El Proposito de Dios y los 10 Mandamientos.

 

 

 

El Propósito de Dios y los 10 Mandamientos.

1. Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

 No tendrás dioses ajenos delante de mí.

"Yahvéh" , Significa "el Existente", "el Viviente", "el Eterno.

 

2. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

El segundo pone énfasis en la naturaleza espiritual de Dios (Juan 4: 24), al desaprobar la idolatría y el materialismo.

 

3. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

El tercer mandamiento también condena las ceremonias vacuas y el formalismo en el culto (ver 2 Tim. 3: 5) y exalta el culto realizado en el verdadero espíritu de santidad (Juan 4: 24).  Muestra que no es suficiente la obediencia a la letra de la ley.

 

4. Acuérdate del día de reposo* para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; Mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios.

Pero el mandamiento del día de reposo nos recuerda que el séptimo día, el sábado, es el descanso señalado por Dios para el hombre, y que ese reposo se remonta hasta el mismo comienzo de la historia humana y es una parte inseparable de la semana de la creación (Gén. 2: 1-3; PP 348).

 

 5. Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.

Propósito de este mandamiento es crear respeto por toda autoridad legítima.  Un respeto tal comienza con el concepto que los niños tienen de sus padres. En la mente del niño esto se convierte en la base para el respeto y la obediencia que se deben a los que tienen una autoridad legítima sobre él para toda la vida, particularmente en la iglesia y en el estado (Rom. 13: 1-7; Heb. 13: 17; 1 Ped. 2: 13-18)

 

6. No matarás.

Cualquier comprensión correcta de nuestra relación con nuestro prójimo indica que debemos respetar y honrar su vida, pues toda vida es sagrada (Gén. 9: 5, 6).  Este mandamiento no sólo prohíbe la violencia física sino lo que es de consecuencias muchos mayores: el daño hecho al alma .( Odio, envidia , resentimiento , celos, contiendas, ira ,actos egoistas  ect.)  malinterpretar intenciones ,juzgar motivos .

 

7. No cometerás adulterio.

Significa respetar y honrar el vínculo sobre el cual se edifica la familia, el de la relación matrimonial, que para el cristiano es tan preciosa como la vida misma (Heb. 13: 4).

 

8. No hurtarás.

Este mandamiento prohíbe cualquier acto por el cual obtengamos, directa o indirectamente, los bienes de otro faltando a la honradez.

 

9. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.

Este mandamiento puede ser transgredido de una manera pública mediante un testimonio mentiroso dado ante un tribunal (cap. 23: 1).  El perjurio siempre ha sido considerado como un delito grave contra la sociedad, y condignamente castigado. y Se refiere a las personas que callan en el perjuicio de un inocente.

 

10. No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

Este mandamiento básico revela la profunda verdad de que no somos los impotentes esclavos de nuestros deseos y nuestras pasiones naturales.  Dentro de nosotros hay una fuerza, la voluntad, que, bajo el control de Cristo, puede someter cada pasión y deseo ilegítimos (Fil. 2: 13).  Además, es un resumen del Decálogo al afirmar que el hombre es esencialmente un ente moral libre.

 

HABLO Jehová a Moisés, diciendo:

 Cuando una persona pecare e hiciere prevaricación contra Jehová, y negare a su prójimo lo encomendado o dejado en su mano, o bien robare o calumniara a su prójimo, o habiendo hallado lo perdido después lo negare, y jurare en falso; en alguna de todas aquellas cosas en que suele pecar el hombre, entonces, habiendo pecado y ofendido, restituirá aquello que robó, o el daño de la calumnia, o el depósito que se le encomendó, o lo perdido que halló, o todo aquello sobre que hubiere jurado falsamente; lo restituirá por entero a aquel a quien pertenece, y añadirá a ello la quinta parte, en el día de su expiación.(Levítico 6:1-5)

 

Puesto que todos estos casos requieren restitución, Dios prescribe para cada uno una sanción equitativa.  En primer lugar, debe haber confesión, luego restitución.  Esto debe hacerse "en el día de su expiación" (vers. 5); es decir, la restitución debe acompañar a la confesión.  No debe ser demorada.

 

Cuando alguna causa te fuera difícil de resolver, como algún homicidio, pleito, lesión, litigio entre tus ciudades, entonces irás al lugar que el Eterno tu Dios haya elegido; irás a los sacerdotes levitas y al juez de esos días, y les preguntarás, y ellos te enseñarán la sentencia del juicio (Deuteronomio 17:8)

 

Así cuando un juicio sea, demasiado difícil de resolver en los tribunales locales que debían establecerse en todas las ciudades israelitas (cap. 16: 18).  "demasiado maravilloso", "que sobrepasa", "desusado".  La misma palabra aparece en 2 Sam. 1: 26; Sal. 118: 23; Prov. 30: 18; Miq. 7: 15.  Se trata de algún punto legal que no les resultaba claro a los jueces locales.(Deuteronomio 17:8-13)

 

Dios conoce plenamente el espíritu, o disposición, de todos los hombres, y puede muy bien justipreciar la idoneidad de una persona para el servicio.

.  Cuidarás de cumplir lo que te manifiesten. Actuarás según las instrucciones que den y según la sentencia que te dicten.  No te apartarás ni a derecha ni a izquierda del fallo que te dicten. (Deuteronomio 17:9-11)

La palabra traducida "ley" significa más bien "ordenanza" o "instrucción".  La BJ traduce: "Te ajustarás a las instrucciones que te hayan dado y a la sentencia que te dicten".(Ver 11)

 

La restitución es parte vital del programa que Dios señala al hombre que desea estar libre de la culpa del pecado.  No basta la convicción del pecado; no basta el pesar por el pecado; no basta la confesión.  Estos son todos pasos deseables hacia el reino, pero no son suficientes.  Deben ir acompañados de un arrepentimiento tan profundo y completo, que el alma no descanse hasta que se haya hecho todo lo posible por rectificar los errores cometidos.  En muchos casos, esto incluirá la restitución, el devolver con interés lo que ha sido robado, y hacer todo esfuerzo posible por corregir todos los males.  Los frutos dignos de arrepentimiento que Juan el Bautista enseñaba a sus oidores incluían la restitución (Mat. 3: 8).*

 

la riqueza de espíritu necesaria, mantenida en el temor de Dios y bajo el control del Espíritu Santo, el único que puede capacitar al hombre para las responsabilidades en la obra del Señor. la ordenación combina los tres aspectos de bendición, sucesión en el cargo y autoridad para enseñar (Hech. 6: 6; 13: 3; 2 Tim. 1: 6). Moisés estaba ansioso de que Josué tuviera abundantemente la misma sabiduría y dirección que habían sido suyas.  El debía ser el pastor de la grey, para proporcionar descanso y paz al pueblo.

 

Dios no acepta la confesión  sin sincero arrepentimiento  y reforma. Debe haber un cambio decidido en la vida; toda cosa  que sea ofensiva  a Dios debe dejarse .Esto será el resultado  de una verdadera tristeza por el pecado .Se nos presenta claramente la obra  que tenemos que hacer de nuestra parte .Lavaos limpiaos: apartad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos ,Cesad de haced lo malo ; Aprended a hacer el bien ; buscad lo justo, Socorred al oprimido ; mantened el derecho del huérfano , defended la causa de la viuda, restituyere lo robado , y anduviere en los estatutos de la vida ,sin cometer iniquidad ,ciertamente vivirá; no morirá  (CC 38.39)

 

 Cualquiera fuere tu caso ,Si escucha hoy su voz no endurezca el corazón.


“¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!  Pues, ¿quien ha conocido la mente del Señor?, ¿o quien llego a ser su consejero?, ¿o quien le ha dado a El primero para que se le tenga que recompensar? Porque de Él, por Él y para Él son todas las cosas. A Él sea la gloria para siempre. Amén”. (Romanos 11:33-36)

 

*Comentario bíblico adventista tomo 1

 

Dios te bendiga ¡

 

 

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