Abraham dio el Diezmo.

26.06.2015 09:09

 

Hebreos 7

Dio Abraham los diezmos.

Ver com.  Gén. 14: 20.  Abrahán no habría dado a Melquisedec "los diezmos de todo" si no hubiera sabido que era sacerdote, y por lo tanto tenía derecho a recibir el diezmo.

 

Se ha discutido mucho en cuanto a quién era Melquisedec.  Es poca la información que hay acerca de él.  En el AT sólo es mencionado en Gén. 14: 18-20 y Sal. 110: 4, y en el NT únicamente en el libro de Hebreos.  Algunos creen que era Cristo; otros, el Espíritu Santo; otros, Sem; otros, un ser sobrenatural de otro mundo.  Como no hay una buena comprobación para cualquiera de esas suposiciones, este Comentario sostiene que Melquisedec era uno de los contemporáneos de Abrahán, rey de uno de los pequeños Estados de ese tiempo (ver com.  Gén. 14: 18).  Aparece en Hebreos como un símbolo de Cristo, simbolismo que se basa en la profecía mesiánica de Sal. 110: 4.

 

Estas palabras han dado lugar a la especulación de que Melquisedec era un ser sobrenatural, lo cual tendría que haber sido así si en verdad no hubiese tenido padres, "ni... principio de días ni fin de vida".  Esta afirmación puede ser total y literalmente cierta sólo si se aplica a las personas de la Deidad; sin embargo, no es necesario llegar a esta conclusión en cuanto a estas palabras.  El autor sencillamente podría estar diciendo que no había registro de quienes fueron el padre y la madre de Melquisedec.

Sin genealogía.

Los judíos eran muy cuidadosos en registrar y conservar sus genealogías.  Este cuidado se aplicaba especialmente a los sacerdotes (ver Esd. 2: 61-63).  Nadie podía servir en el sacerdocio a menos que perteneciera a la familia de Aarón, de la tribu de Leví, y esto debía demostrarse sin que quedara la menor duda.   Pero no había ninguna genealogía de Melquisedec.

 

Hecho semejante. O "asemejado" (Al); "se asemeja" (NC).  Melquisedec era un símbolo de Cristo.  Nada se sabe de su nacimiento ni de su muerte porque no hay ningún registro, lo cual concuerda en todo con Cristo, quien no tuvo principio ni fin de días (ver com. Juan 1: 1-3).

Cuán grande. Los judíos tenían a Abrahán  en alta estima (ver Juan 8: 52).  El autor de Hebreos prosigue su tema para probar que Melquisedec era aun más grande.  Y si era mayor, entonces el sacerdocio de Cristo -que era según el orden de Melquisedec (ver com.  Heb. 5: 6)-, era mayor que el aarónico.

 

Patriarca. Gr. patriárj's, "primero de una patria" o de un clan.  Abrahán es llamado "patriarca" para destacar que Melquisedec era tan grande que "aun Abrahán el patriarca" le entregó el diezmo.  Abrahán reconocía con este acto la autoridad sacerdotal superior de Melquisedec.

Mandamiento de tomar del pueblo los diezmos.

Los levitas tenían derecho de recibir los diezmos en virtud de una orden divina (ver Núm. 18: 21); pero no fueron los primeros en recibir los diezmos; Melquisedec los recibió antes que ellos.  Si los levitas habían tenido la autorización divina, Melquisedec también la tuvo.  Y el hecho de que "aun Abrahán el patriarca" le entregara los diezmos a Melquisedec, demuestra que éste estaba plenamente autorizado para recibirlos.  Si los levitas estaban autorizados por Dios para recibir los diezmos, con más razón lo había estado Melquisedec.

 

Genealogia no es contada de entre ellos.Ver com. vers. 3. Sólo los levitas podían recibir los diezmos.  Melquisedec no era levita, y sin embargo recibió los diezmos de Abrahán.  El patriarca se encontró con un hombre "mayor" que él.  Reconoció la superioridad de Melquisedec y, como sacerdote que era, le entregó el diezmo.

  Según parece estas palabras van más allá de Melquisedec, o sea al Superior a quien representa: a Cristo, de quien se afirma que vive "siempre" (vers. 25).  El sacerdocio de Melquisedec se perpetúa en el sacerdocio de Jesucristo.

 

Todo lo que el patriarca Abrahán hiciera, también lo haría su posteridad; por esta razón cuando él pagó diezmo, también lo pagó Leví.  Esto lo cita el autor como otra prueba de la grandeza de Melquisedec.

Perfección. El sacerdocio levítico y la ley ceremonial eran temporales, y sombras que señalaban la obra que Cristo haría.  La perfección no vino por medio de la ley sino por medio de Cristo, a quien ella señalaba.  Este pensamiento se amplía en los cap. 9 y 10.

 

Ley. Equivale aquí a todo el sistema judío instituido en el Sinaí, incluyendo los Diez Mandamientos (ver com.  Gál. 3: 17)

Nada habló Moisés. Las leyes que reglamentaban el sacerdocio fueron dadas por medio de Moisés (Núm. 3; 4). 456

Sacerdote para siempre.

 

El autor vuelve una y otra vez a la declaración de Sal. 110: 4 (Heb. 5: 6, 10; 6: 20; 7: 21).  Su tema se apoya en lo siguiente: ningún hombre como tal podía ser "sacerdote para siempre".  Los sacerdotes levitas servían sólo mientras vivían; por lo tanto, si había de venir uno que serviría "para siempre", tenía necesariamente que ser más que un simple hombre, más que un levita.  Por esta razón -si había de oficiar "para siempre" esa clase de sacerdote- era "aun más manifiesto" (vers. 15) que debía haber un cambio en la ley sacerdotal.

 

 Hicieron de la ley un fin; creían que obedeciéndola alcanzaban la salvación.  Se les había predicado el Evangelio, pero no les aprovechó por no añadirle fe (cap. 4: 2)

 

Nada perfeccionó la ley. Es decir, la ley en sí y por sí misma, lo cual no significa que la salvación era imposible para los que vivieron en los tiempos del AT.  La perfección era posible pero por el mismo medio por el cual se adquiere hoy: por la fe en Jesucristo.  "La ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo... Pero venida la fe, ya no estamos bajo el ayo" (ver com.  Gál. 3: 24-25).

Esta es la esperanza que es "puesta delante de nosotros... [como] segura y firme ancla.... que penetra hasta dentro del velo" (cap. 6: 18-20).

 

Nos acercamos a Dios. Este había sido el propósito del sacerdocio levítico,   Ahora Jesucristo, el Sumo Sacerdote, ha entrado "dentro del velo" (cap. 6: 19).  Está sentado "a la diestra de la Majestad en las alturas" (cap. 1: 3).  Por eso los seres humanos pueden acercarse "confiadamente al trono de la gracia" (cap. 4: 16), pueden allegarse a Dios con plena confianza.

Jesús. Este nombre pone de relieve su aspecto humano (ver com.  Mat. 1: 1).

Fiador. Gr. égguos, "fiador" o "fianza", "garante" o "garantía".  Aquí tiene el significado de uno que se hace responsable de algo, o garantiza la ejecución de algún convenio; aquí, el "mejor pacto".

 

Inmutable. Gr. aparábatos, "permanente", "invariable".  Los sacerdotes del sistema levítico no podían continuar porque morían; pero Cristo vive "siempre para interceder" (Heb. 7: 25; cf.  Apoc. 1: 18)

Perpetuamente. Gr. pantelLs, "completamente", "plenamente", "cabalmente", "para siempre", "perpetuamente".  Los comentadores están divididos en cuanto al significado que aquí corresponde.  Ambos son verdaderos, pues Cristo salva completamente y también por todo el tiempo.  "Salvar perfectamente" (BJ); "perfecto su poder para salvar" (NC).

 

Nos convenía.Era apropiado que tuviéramos un sumo sacerdote de la naturaleza de Cristo.

Santo.Gr. hósios, "piadoso", "pío", "agradable a Dios" (ver com.  Heb. 2: 27).

Inocente.Gr. ákakos, "cándido", "inocente".

Sin mancha.Gr. amíantos, "puro" .

El sistema ceremonial expiró en la cruz (ver com.  Rom. 6: 14; Efe. 2: 15; Col. 2: 14).  Cristo asumió su cargo de sismo sacerdote una vez que terminó la ley que regía el sacerdocio levítico.

 

Comentario bíblico adventista

¡Bendiciones Abundantes!

Share |