El Espíritu Santo Fortalece.
El Espíritu fortalece.
1 Crónicas 12:18 (DHH)
Entonces Amasai, jefe de los treinta, poseído por el espíritu, exclamó:
«¡Paz a ti, David, hijo de Jesé!
¡Que la paz esté contigo!
¡Paz a ti y a los que te ayuden,
porque tu Dios te ha ayudado!»
El don de fortaleza; pues es una disposición habitual que el Espíritu Santo pone, en el alma y en el cuerpo para seguir adelante .
El Don de la fortaleza conduce a un alma a tener plena confianza en Dios, al igual en su bondad y misericordia; el Don de la fortaleza perfecciona el camino.
El don de fortaleza es necesario para la perfección de las virtudes , especialmente la del mismo nombre y a veces para permanecer en estado de gracia.
Al don de fortaleza, según san Agustín corresponde la cuarta bienaventuranza: “Felices los que tienen hambre y sed de santidad, porque ellos serán saciados”. Es por esto que sus frutos privilegiados son la paciencia y la longanimidad.
Declara hoy: Hoy es un precioso día. Lo viviré al máximo. Bendigo a quienes me rodean y ellos me regresarán la bendición al doble.