El Plan de la Redencion

27.07.2015 14:49

El Plan de Redención

 

LA CAIDA del hombre llenó todo el cielo de tristeza.  El mundo que Dios había hecho quedaba mancillado por el pecado, y habitado por seres condenados a la muerte.  Parecía no existir escapatoria para aquellos que habían quebrantado la ley.  Los ángeles suspendieron sus himnos de alabanza.  Por todos los ámbitos de los atrios celestiales, había lamentos por la ruina que el pecado había causado.

El Hijo de Dios, el glorioso Soberano del cielo, se conmovió de compasión por la raza caída.  Una infinita misericordia conmovió su corazón por  un mundo perdido.  Pero el amor divino había concebido un plan mediante el cual el hombre podría ser redimido.  La quebrantada ley de Dios exigía la vida del pecador.

 

 En todo el universo sólo existía uno que podía satisfacer sus exigencias en lugar del hombre.  Puesto que la ley divina es tan sagrada como el mismo Dios, sólo uno igual a Dios podría expiar su transgresión.  Ninguno sino Cristo podían salvar al hombre de la maldición de la ley, y colocarlo otra vez en armonía con el Cielo.  Cristo cargaría con la culpa y la vergüenza del pecado, que era algo tan abominable a los ojos de Dios que iba a separar al Padre y su Hijo.  Cristo descendería a la profundidad de la desgracia para rescatar la raza caída.

Cristo intercedió ante el Padre en favor del pecador, mientras la hueste celestial esperaba los resultados con tan intenso interés que la palabra no puede expresarlo.  Mucho tiempo duró aquella misteriosa conversación, el "consejo de paz" (Zac. 6: 13.) en favor del hombre caído.  El plan de la salvación había sido concebido antes de la creación del  mundo; pues Cristo es "el Cordero, el cual fue muerto desde el principio del mundo." (Apoc. 13: 8.)

Sin embargo, fue una lucha, aun para el mismo Rey del universo, entregar a su Hijo a la muerte por la raza culpable.  Pero, "de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3: 16.) ¡Oh, el misterio de la redención! ¡El amor de Dios hacia un mundo que no le amaba! ¿Quién puede comprender la profundidad de ese amor "que excede a todo conocimiento"?  Al través de los siglos sin fin, las mentes inmortales, tratando de entender el misterio de ese incomprensible amor, se maravillarán y adorarán a Dios.

 

Dios se iba a manifestar en Cristo, "reconciliando el mundo a sí." (2 Cor. 5: 19.) El hombre se había envilecido tanto por el pecado que le era imposible por si mismo ponerse en armonía con Aquel cuya naturaleza es bondad y pureza.  Pero después de haber redimido al mundo de la condenación de la ley, Cristo podría impartir poder divino al esfuerzo humano.  Así, mediante el arrepentimiento ante Dios y la fe en Cristo, los caídos hijos de Adán podrían convertirse nuevamente en "hijos de Dios." (1 Juan 3: 2.)

 Principio : el ser humano fue creado para ser  amado por Dios.

 

El único plan que podía asegurar la salvación del hombre afectaba a todo el cielo en su infinito sacrificio.  Los ángeles no podían regocijarse mientras Cristo les explicaba el plan de redención  pues veían que la salvación del hombre iba a costar indecible angustia a su amado Jefe.  Llenos de asombro y pesar, le escucharon cuando les dijo que debería bajar de la pureza, paz, gozo, gloria y vida inmortal del cielo, a la tierra, para soportar dolor, y muerte.  Se interpondría entre el pecador y la pena del pecado, pero pocos le recibirían como el Hijo de Dios.  Dejaría su elevada posición de Soberano del cielo para presentarse en la tierra, y humillándose como hombre, conocería por su propia experiencia las tristezas y tentaciones que el hombre habría de sufrir. Todo esto era necesario para que pudiese socorrer a  los que iban a ser tentados. (Heb. 2: 18.)

 

Cuando hubiese terminado su misión como maestro, sería entregado  .  Mientras la culpa de la transgresión y la carga de los pecados del mundo pesaran sobre él, tendría que sufrir angustia del alma y hasta su Padre ocultaría de él su rostro.

 

Principio: Cuando Dios hace un juramento con relación algo ,el tiene que cumplir porque el es fiel a si mismo.

 

Los ángeles se postraron de hinojos ante su Soberano y se ofrecieron ellos mismos como sacrificio por el hombre.  Pero la vida de un ángel no podía satisfacer la deuda; solamente Aquel que había creado al hombre tenía poder para redimirlo.  No obstante, los ángeles iban a tener una parte que desempeñar en el plan de redención.  Cristo iba a ser hecho "un poco . . . inferior a los ángeles, para que . . . gustase la muerte." (Heb. 2:9, V. M.)

Cristo aseguró a los ángeles que mediante su muerte iba a rescatar a muchos, destruyendo al que tenía el imperio de la muerte.  Iba a recuperar el reino que el hombre había perdido  por su transgresión, y que los redimidos habrían de heredar juntamente con él, para morar eternamente allí.

El sacrificio exigido por su transgresión reveló a Adán y a Eva el carácter sagrado de la ley de Dios; y comprendieron mejor que nunca la culpa del pecado y sus horrorosos resultados.  En medio de su remordimiento y angustia pidieron que la pena no cayese sobre Aquel cuyo amor había sido la fuente de todo su regocijo; que más bien cayera sobre ellos y su descendencia.

 

el plan de redención tenía un propósito todavía más amplio y profundo que el de salvar al hombre.  Cristo no vino a la tierra sólo por este motivo; no vino meramente para que los habitantes de este pequeño mundo acatasen la ley de amor  Dios como debe ser acatada; sino que vino para vindicar el carácter de Dios ante el universo.

 

Principio : cuando no entendemos el propósito empezamos a malinterpretar los motivos.

Patriaras y profetas  cap 4

Princiios myless Monroe.

¡Bendiciones Abundantes!

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