Favores Inmerecidos.

18.05.2015 09:07

Romanos 9

 

Pablo ha estado preparando el camino para tratar esta difícil y delicada cuestión al recalcar que el evangelio es para los judíos y los gentiles, pero en primer lugar para los judíos (cap. 1: 16; 2: 10). También ha destacado que Dios no hace acepción de personas (cap. 2: 11

En primer lugar Pablo radica en que Israel rechazó "la justicia que es por fe" (cap. 9: 30 a 10: 21). Habla de la salvación de "un remanente escogido por gracia" (cap. 11: 1-10) y de la aceptación de los gentiles (vers. 11-22). todo lo cual es una evidencia de la sabiduría y de la gloria de Dios (vers. 33-36).

En Cristo. Pablo recurre a su caso personal de estar unido con Cristo como evidencia de la veracidad de lo que está por decir (cf. 2 Cor. 2: 17).

Conciencia, Me da testimonio. Pablo ya ha hablado de la unión del creyente con el Espíritu de Dios (cap. 8: 9, 11, 16). El Espíritu Santo es "el Espíritu de verdad" (Juan 14: 17; 15: 26; 16: 13), y una conciencia verdaderamente iluminada por este Espíritu y que actúa bajo su influencia tiene que ser una guía verdadera y segura.

 

Israelitas. Pablo no los llama "hebreos", lo que los hubiera distinguido por el idioma; ni "judíos", lo que habría destacado la raza. En cambio usa el título que destaca su relación como el pueblo escogido de Dios.  Como descendientes de Jacob -que recibió de Dios el nombre de "Israel"- son los herederos de las promesas dadas a los padres (Efe. 2: 12).  En el NT este título es transferido a la iglesia cristiana, de la cual Pablo habla como del "Israel de Dios" (Gál. 6: 16).

"Adopción" se refiere a la relación entre Dios e Israel, anunciada en Exo. 4: 22: "Israel es mi hijo, mi primogénito" (cf. Deut. 14: 1; 32: 6; Jer. 31: 9; Ose. 11: 1).  El comienzo de esta "adopción" tuvo lugar cuando Abrahán y sus descendientes fueron llamados para ser el pueblo especial de Dios. Ver t. IV, pp. 27-29.

 

La gloria. Ver com. cap. 3: 23. La referencia parece ser aquí a la señal visible de la presencia de Dios. Esta señal se vio en las columnas de nube y de fuego, en la luz deslumbradora del Sinaí, en la gloria de Dios que se revelaba entre los querubines, sobre el propiciatorio del arca en el tabernáculo y en el primer templo (Exo. 16: 10; 24: 16; 40: 34-35; 1 Sam. 4: 22, 1 Rey 8: 10-11; Heb. 9: 5). Entre todas las naciones sólo Israel había tenido el privilegio de disfrutar de una manifestación tal de la presencia de Dios.  Esta presencia gloriosa se amplia al máximo en el NT con la venida de Jesús (ver com. Juan 1: 14).

Divinidad reconocida: Por Pedro mateo 16:16, Por Demonios Marcos 5:7, Por el centurión  Marcos 15: 7, Por Natanael  Juan 1:49, Por Martha  Juan 11:27, Por Tomas Juan 20:28

 

Los patriarcas. Gr. "los padres". Abrahán, Isaac y Jacob son especialmente considerados como "los padres" (Hech. 3: 13; 7: 32). Los judíos creían que era un gran mérito descender de tan nobles antepasados (ver com. Mat. 3: 9; cf. Juan 8: 39, 53; 2 Cor. 11: 22). Posteriormente Pablo habla del amor de Dios para con Israel "por causa de los padres" (Rom. 11: 28).

Mejor "procedente de los cuales". El último y más grande de todos los privilegios concedidos a los israelitas fue que el Mesías descendiera de su raza. Hacia ese privilegio, el más alto de todos y el que más honor representaba, habían señalado todas las otras bendiciones.

 

 "De los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos". Según esta interpretación, totalmente posible en base al griego, Cristo es igualado a Dios. La segunda interpretación pone un punto después de "carne". Así se lee: "De los cuales los padres y de los cuales el Cristo según la carne. El que es sobre todas las cosas es Dios bendito para los siglos". Esta interpretación tampoco hace violencia al texto. La tercera forma de leer el versículo es en verdad una modificación de la segunda. El pasaje se leería así: "De los cuales los padres y de los cuales el Cristo según la carne, el que es sobre todas las cosas. ¡Dios bendito para siempre!"

 

Su dominio : Universal Zacarias 9:10,  Sobre la naturaleza  mateo 8:27, Sobre la iglesia  Efesios 1:22, Sobre poderes celestiales 1 pedro 3:22

En concordancia con Metzger, puede decirse que la forma como interpreta la RVR es la más natural y sencilla, sin hacer violencia alguna al texto griego, y más armoniosa con el contexto. Pablo ha estado repasando los muchos beneficios y privilegios que Dios había conferido a Israel como a su pueblo escogido, y menciona la descendencia del Mesías de la raza de Israel como el clímax de esas bendiciones; pero esa descendencia está limitada a su naturaleza física. El Mesías tiene otra naturaleza que no es carnal, y Pablo ahora añade a la descripción de Cristo, "el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Un estudio más amplio de este texto puede hacerse en The Ministry de septiembre de 1954, pp. 19-21 y en Problems in Bible Translation, pp. 218-222

 

Israelitas. Pablo ya ha explicado que los que tienen fe son los verdaderos hijos de Abrahán (Rom. 4; Gál. 3: 7-9; cf.  Rom. 2: 28-29).

HiJos. En el sentido más pleno, como en el cap. 8: 17: "si hijos, también herederos". Los descendientes de Abrahán no tienen el derecho a la herencia sencillamente porque pueden trazar su ascendencia física hasta él.

 

Llamada. Según la carne, tanto Isaac como Ismael eran hijos de Abrahán; sin embargo, las promesas fueron dadas a Isaac y a sus descendientes. Se excluyó a Ismael; pero esto no significa que Ismael y sus descendientes quedaban fuera de los alcances de la salvación, sino sencillamente que Dios había escogido a los descendientes de Isaac para que fueran sus misioneros para el mundo. Ellos debían revelar los principios del reino de Dios ante las naciones, para que los hombres fueran atraídos al Señor (ver t. IV, pp. 28-32; com.  Eze. 25: 1). Dios se reserva el derecho de asignar diversas responsabilidades a los hombres y a las naciones (ver com.  Dan. 4: 17).

Hijos de Dios , Históricamente se refiere a los descendientes de Abrahán por medio de Isaac, a los que estaban en la relación del pacto con Dios, y heredaron las promesas y recibieron los privilegios del pueblo escogido. Basándose en la diferencia entre Isaac e Ismael, Pablo deriva el principio de que ser verdaderos hijos de Abrahán y verdaderos hijos de Dios, no depende únicamente de la descendencia física o natural.

Pero la promesa de Dios y la aceptación de ésta por fe hizo posible que llegaran a ser los padres de Isaac (ver com. cap. 4: 18-21). Y así mismo, como Pablo lo explica en Gál. 4: 21-31, por medio del nuevo nacimiento 582 espiritual los gentiles pueden llegar a ser hijos de Abrahán, hijos de la promesa (vers. 28).

 

Promesas  Divinas : No fallan 1reyes 8:56,, Garantizadas por el poder divino  romanos 4:21, Fundamentadas en Cristo 2 corintios 1:20,  de valor infinito 2 pedro 1:4, culminan en vida eterna  .1 juan 2:25, días mas brillantes salmos 30:5,  Liberación  salmos 34:19,20 ,Consuelo de la presencia de dios Isaias 43:2,Todo para bien  romanos 8:28,Suficiencia de la gracia divina 2corintios12:9,Bendiciones sin limites marcos 9:23

 

El nacimiento de Isaac dependía de la promesa; la promesa no dependía del nacimiento. Si no hubiese sido por la promesa divina y la intervención de Dios, no hubiera nacido Isaac. Pablo luego deduce el principio de que una simple vinculación "según la carne" con la raza judía no implica necesariamente participar en la promesa, así como tampoco lo fue en los días de Isaac e Ismael.

Estas palabras puntualizan que había sólo un padre; sin embargo, aunque Jacob y Esaú tenían el mismo padre y la misma madre, la condición que le correspondió a cada uno en la vida fue diferente.

 

Isaac nuestro padre. El padre de los gemelos era el patriarca de la raza escogida; sin embargo, Jacob fue elegido como progenitor de la nación mediante la cual Dios tenía el plan de difundir el conocimiento de su voluntad.

No había aún nacido. El hecho de que el menor tendría preeminencia sobre el mayor fue predicho a Rebeca antes del nacimiento de los dos (ver com. vers. 12).

Elección. Gr. eklog', "selección" (ver Hech. 9: 15; Rom. 11: 5, 7, 28; 1 Tes. 1: 4; 2 Ped. 1: 10). Deriva del verbo eklégomai, "escoger", "elegir" (ver com. Rom. 8: 33). En cuanto a cómo se relaciona la elección con la salvación, ver com. cap. 8: 29; PP 206-208; TM 453-454.

 

El que llama. Dios se reserva el derecho de asignar a los hombres y a las naciones diversas responsabilidades (ver com. vers. 7). Los hombres pueden anhelar "los dones mejores" (1 Cor. 12: 31), pero es Dios quien, por medio del Espíritu, distribuye los dones "como él [el Espíritu] quiere" (vers. 7-11). El hecho de que Jacob fuera elegido para ser el progenitor de la nación que sería el instrumento evangelizador de Dios, no significa en lo más mínimo que su hermano fuera elegido para la perdición. Una deducción tal es completamente falsa.

Servirá al menor. Esta predicción no se cumplió literalmente en el caso de Jacob y Esaú, sino en la historia posterior de sus descendientes (ver com. Gén. 25: 23). Por la predicción original es claro que la elección divina de Jacob y el rechazo de Esaú, incluían también a las naciones que descendieron de ambos..

 

¿Hay injusticia?

La construcción en griego implica una respuesta negativa.  Pablo responde apoyándose en una autoridad que no podía ser puesta en duda por un judío. Dios no puede ser acusado de ser injusto, pues en el AT Dios se atribuye expresamente la libertad de tratar con los hombres de acuerdo con sus propios propósitos divinos, los cuales son siempre sabios y justos.

Tendré misericordia.

Estas palabras fueron dirigidas a Moisés cuando pidió ver la gloria de Dios (Exo. 33: 19). No se trata de la salvación personal, sino del derecho de Dios de conceder ciertos favores a quienes le plazca. El hecho de que Dios no nos revele su gloria hasta donde se la mostró a Moisés, no es una evidencia de que sea injusto. "Dios es demasiado sabio para equivocarse, y demasiado bueno para negar un bien a los que andan en integridad" (CC 96; cf. Sal. 84: 11)

Así que. La deducción que se saca de las palabras de Dios a Moisés es que la concesión de ciertos privilegios no depende de la voluntad ni del esfuerzo del hombre sino de la sabiduría de Dios, quien sabe qué es lo mejor y que ejecuta "silenciosa y pacientemente los consejos de [su] voluntad" (Ed 169).

Favores inmerecidos : Deuteronomio 9:5, 9:18,9:16, Romanos 4:16,Tito 3:5

 

Sino de Dios. Dios busca la salvación de todos los hombres (1 Tim. 2: 4).  Nadie necesita temer que quedará fuera de los alcances de la salvación. Pero Dios en su sabiduría elige los instrumentos mediante los cuales lleva a cabo sus propósitos.

 

Para mostrar en ti mi poder.

El texto hebreo de Exo. 9: 16 dice: "para hacerte ver mi poder". El texto que presenta Pablo concuerda con la LXX. La palabra griega dúnamis, que se usa aquí para "poder", significa "poderío" o "potencia.

"Oh, hombre, en todo caso tú, ¿quién eres tú?" Se sugiere un agudo contraste entre un hombre y Dios.  Pablo recuerda al hombre que su verdadera relación con Dios es la de una criatura ante su Creador. Por lo tanto, ¿qué hombre tiene derecho alguno para quejarse del proceder de Dios o para cuestionarlo? En vez de responder las preguntas presentadas en el versículo precedente, Pablo se dirige al espíritu que las promovió.

Altercar con Dios : Job 9:3, 33:13, 40:2 , Isaias 45:9, romanos 9:20

 

El alfarero puede, según su propio arbitrio, hacer de la misma masa de arcilla un vaso para un propósito noble y otro para un uso más humilde. Dios también tiene autoridad sobre toda la humanidad, y trata a los hombres de acuerdo con sus propios y benignos propósitos. Dios, al actuar para la salvación de la humanidad, considera adecuado permitir que hombres y naciones sufran las consecuencias de sus propias rebeliones; pero lo que Dios permite con frecuencia se presenta en la Biblia como si él lo hiciera directamente (ver com. 2 Crón. 18: 18).

"sólo un remanente". La doctrina del remanente era una parte importante de las enseñanzas de Isaías. Estaba incluida en su comisión divina de ser mensajero para Israel (Isa. 6: 13), la repite varias veces  (cap. 1: 9; 10: 20-22; 11: 11-16; 37: 4, 31-32; 46: 3), e inclusive Dios le ordenó que pusiera a uno de sus hijos el nombre de Sear-jasub, literalmente "remanente volverá" Otros profetas del AT también mencionan con frecuencia al "remanente volverá" (Jer. 6: 9; 23: 3; 31: 7; Eze. 6: 8; 14: 22; Joel 2: 32; Amós 5: 15; Miq. 2: 12; 4: 7; 5: 7-8; 7: 18; Sof. 2: 7, 9; 3: 13; Hag. 1: 12, 14; Zac. 8: 6, 12).

 

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