Leccion de Escuela Sabatica.

27.07.2015 16:20

“La misionera inverosímil”

 

Lee Para el Estudio de esta Semana: 2 Reyes 5; Marcos 1:40-45; 2 Reyes 2:1-15; Juan 15:5; Romanos 6:4-11; 6:1.

Para Memorizar:  (Luc. 4: 27).

El libro de Reyes, que cubre la historia de los reinos de Israel desde alrededor del año 970 a.C. hasta 560 a.C., registra eventos excitantes y dramáticos,  que afectaron al pueblo de Dios. En medio de estos informes están las historias de Elías y Eliseo, osados profetas de Dios, cuyas vidas captaron la imaginación de niños y adultos de toda época.

También es interesante notar las semejanzas entre el ministerio de Eliseo y el de Jesús. Ambos resucitaron muertos y alimentaron a muchos con poca comida.

Esta lección trata de uno de esos milagros: la curación de Naamán,

Entre las lecciones espirituales de este informe, hay un modelo de testificación intercultural en medio de tensiones y rivalidades internacionales. También vemos, en esta historia, un ejemplo del modo en que actúa el plan de salvación.

 

Domingo 12 de julio:

Tenía todo… pero

“Naamán, jefe del ejército del rey de Siria, era un hombre de mucho prestigio y gozaba del favor de su rey porque por medio de él, el Señor le había dado victorias a su país. Era un soldado valiente, pero estaba enfermo de lepra” (2 Rey. 5:1).

Este versículo contiene no menos de cuatro descripciones o títulos que ponían a Naamán en el nivel más alto de la sociedad siria. Ejercía una influencia importante sobre el rey de Siria, era tenido en alta estima, era la mano derecha del rey en asuntos tanto religiosos como militares (vers. 18)

Lee Marcos 1:40 al 45, Lucas 8:41 al 56 y Marcos 2:1 al 12. A pesar del hecho obvio de que Jesús hizo curaciones milagrosas aquí, ¿cuál es el denominador común en estos informes? ¿Qué llevó a todas estas personas a Jesús?

Lunes 13 de julio:

Una testigo inverosímil

Lee 2 Reyes 5:1 al 7. ¿Qué se cuenta en este pasaje? ¿Por qué los sirios habrán escuchado lo que esta esclava cautiva tenía para decir? ¿Cuáles podrían ser las implicaciones de lo que sucedía?

La Biblia no nos da detalles de cómo esta niña actuaba en el hogar, pero había algo en ella que captó la atención de la familia. Piensa en esto: por la palabra de esta niña cautiva en esa casa, un líder  fue a su rey, le contó lo que ella le había dicho, y el rey le dio permiso para ir. Más aún, lo cargó con regalos para llevar al profeta. Obviamente, sucedieron más cosas de las que se indican en los textos. No obstante, el agente para plantar el conocimiento de Dios en el gobierno de Siria fue esta esclava niña hebrea, de la que no se sabe ni el nombre, que había sido llevada de su hogar por una incursión militar. , ella compartió su fe inconmovible en el poder que Dios tiene para cambiar vidas, y quien obraba por medio del profeta Eliseo en Samaria (vers. 3). Así como Daniel y sus compañeros en Babilonia, ella fue capaz de transformar su propia adversidad en una manera de glorificar a Dios y, de este modo, Dios transformó su cautividad en una oportunidad de compartir su fe. Según Elena de White, “la conducta de la niña cautiva en aquel hogar  constituye un testimonio categórico del poder que tiene la primera educación recibida en el hogar” (PR 184).

¿Qué debe decirnos esto acerca del modo en que nuestra fe, nuestro estilo de vida y nuestras acciones pueden atraer a otros hacia las verdades que se nos han confiado?

 

Eliseo, el profeta

 

Lee 2 Reyes 2:1 al 15. ¿Qué nos dice esto acerca del llamado y ministerio de Eliseo?

No hay dudas de que Eliseo fue llamado por Dios; y tuvo algunas experiencias increíbles que deben de haber confirmado su vocación en su propia mente. Más importante, su pedido de una “doble porción” del Espíritu muestra su percepción de que, para que él pudiera cumplir con lo que había sido llamado a hacer, necesitaría del poder divino pues, por sí mismo, sería imposible. De este modo, aun en ese tiempo, este hombre de Dios entendió lo que Jesús dijo muchos siglos más tarde: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5). Es una lección que, no importa cuál sea nuestro lugar en la obra de Dios, todos necesitamos reconocer.

 

También debe de haber sido interesante la escena cuando este comandante militar y su séquito aparecieron en toda su gloria a la puerta de la casa de Eliseo,  Sin embargo, Eliseo ni siquiera salió a recibir a su poderoso visitante: envió a un mensajero ¡que le dio una orden al comandante militar! ¡La única recompensa por su largo viaje de Damasco fue la brusca orden de ir al Jordán y bañarse! Pero, fue acompañada por una promesa: “serás limpio” (vers. 10).

Miércoles 15 de julio:

La curación de Naamán

Lee 2 Reyes 5:11 al 14. ¿Qué nos enseña este informe acerca de Naamán y algunas de las lecciones que tuvo que aprender? ¿Qué podemos tomar de él para nosotros mismos?

Si el profeta Eliseo hubiera salido para encontrarse con su destacado visitante y hubiese usado algunos gestos acompañados por fórmulas mágicas y otros ritos tan comunes en las religiones paganas, Naamán no habría vacilado. Sin embargo, dos aspectos de la recepción lo molestaron. No solo el profeta no salió de su casa en persona para encontrarse con Naamán, sino también le ordenó ir al río Jordán para ser curado .

Desde el punto de vista del protocolo, Naamán estaba en lo correcto. Eliseo debió haber salido de su casa para saludarlo. Y los ríos de Damasco eran sin duda mejores, pues eran más limpios que el barroso Jordán. No obstante, por medio de Eliseo, Dios dirigió a Naamán al Jordán, un río en Israel. Todo el proceso de curación estaba diseñado para demostrar, primero, que había un profeta del Dios verdadero en Israel; y segundo, que Dios recompensa una obediencia creyente.

El séquito de Naamán lo convenció de someterse a su nuevo y divino “comandante” y, por lo menos, hacer la prueba. Lo convenció el argumento de que, si la curación sugerida hubiera sido complicada, la habría soportado. Debe de haber sido difícil para Naamán tragarse su orgullo por haber escuchado a una niña esclava y a un profeta extranjero que le mostró poca deferencia y, finalmente, obedecer a sus propios siervos. Sin embargo, estaba desesperado por sanarse.

“Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio” (2 Rey. 5:14).

Los requerimientos iniciales para la curación de Naamán eran creer y obedecer. Tan pronto como superó su orgullo y cumplió con la expresa voluntad de Dios de bañarse siete veces en el barroso Jordán, él fue sanado.

Lee Romanos 6:4 al 11. ¿De qué modo la historia de Naamán refleja algunos de los principios que se enseñan en estos versículos? ¿De qué manera has experimentado la realidad de una “vida nueva” en Cristo?

 

Jueves 16 de julio:

Un creyente nuevo

“Ahora reconozco que no hay Dios en todo el mundo, sino solo en Israel. Le ruego a usted aceptar un regalo de su servidor” (2 Rey. 5:15, NVI). ¿De qué manera estas palabras nos ayudan a revelar la experiencia de la salvación? Ver Apoc. 14:12; 1 Juan 5:2, 3; Rom. 6:1.

Habría sido fácil para Naamán volver directamente del Jordán a Damasco después de ser sanado. Pero, como gesto de gratitud, él y sus acompañantes volvieron a donde vivía Eliseo. Esta vez se encontraron con Eliseo en persona. La confesión de que el Dios de Israel es soberano en el mundo es el tema principal de la Biblia. Estas palabras dichas por un pagano constituyen uno de los puntos salientes de la revelación del Antiguo Testamento. La conversión de Naamán dejó en claro que su nueva experiencia estaba ligada al Dios de Israel. El profeta era israelita, el río era el más importante de Israel y el número siete era una conexión clara con el Dios de la creación.

En Naamán vemos un ejemplo de cómo actúa la fe verdadera: recibió algo que él nunca hubiera podido obtener por sí mismo. El hecho de que Eliseo rehusó los regalos (2 Rey. 5:16) fue una manera de mostrar que la salvación no puede ser ganada ni comprada, sino que es solo por la gracia de Dios. Al mismo tiempo, la disposición de Naamán de dar algo a Eliseo por lo que había hecho por él muestra la respuesta de fe, surgida de la gratitud por lo recibido. Al rehusar los regalos, el profeta siguió el ejemplo de Abraham cuando ayudó a los reyes paganos, pero rehusó las recompensas para que ninguno pudiera decir: “Yo enriquecí a Abram” (Gén. 14:23). Eliseo sabía que la aceptación de un regalo habría echado a perder la lección que Naamán debía aprender. La curación era obra de Dios y un acto de pura gracia.

“Quede este punto completamente aclarado en cada mente: Si aceptamos a Cristo como Redentor, debemos aceptarlo como Soberano. No podemos tener la seguridad y perfecta confianza en Cristo como nuestro Salvador hasta que lo reconozcamos como nuestro Rey y seamos obedientes a sus Mandamientos. Así demostramos nuestra lealtad a Dios. Entonces, nuestra fe sonará genuina porque es una fe que obra” (FO 13).

Si otros consideraran tu vida, ¿qué verían en ella que revela tu amor a Dios por lo que Cristo ha hecho por ti?

 

https://escuelasabatica.co/leccion-3-edicion-para-maestros-la-misionera-inverosimil-para-el-18-de-julio-de-2015/

escuela sabatica tercer trimestre 2015

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