Leccion de Escuela Sabatica

30.06.2015 09:14

“Jesús en Jerusalén”

Lección 12:  

 

 

Sábado 13 de junio

 

Lee Para el Estudio de esta Semana: Lucas 19:28-40; Zacarías 9:9; Lucas 19:45-48; Mateo 21:12-17; Lucas 20:9-26.

 

Para Memorizar: “Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla lloró sobre ella” (Luc. 19:41).

 

La última semana de la vida terrenal de Jesús se desarrolló en Jerusalén. Fueron eventos tumultuosos: la entrada triunfal; el llanto Jesús sobre la ciudad de Jerusalem; la purificación del templo;  la Última Cena y la agonía en el Getsemaní;  la crucifixión; y finalmente, la resurrección. Nunca antes ni después alguna ciudad ha presenciado una progresión tan crucial de la historia, que llevara el conflicto cósmico , aunque nadie a parte de Jesús haya comprendido el profundo significado de lo que se estaba desarrollando.

 

Jesús había pasado por Jerusalén varias veces en su vida. Mateo, Marcos, Lucas y Juan registran las visitas de Jesús a Jerusalén como adulto, aunque mayormente durante la Semana de la Pasión. Otras apariciones de Jesús en Jerusalén son bien conocidas – Jesús llevado al Templo (Luc. 2:22-28), la conversación en el Templo cuando tenía doce años (vers. 41-50), cuando el tentador lo llevó a Jesús al punto más alto del Templo (Luc. 4:9-13)−; no obstante, la semana final del ministerio de Jesús en Jerusalén ocupa la atención especial .

 

Nació en Belén. Creció en Nazaret. Enseñó, predicó y sanó por toda Galilea, Samaria, Judea y Perea. Pero, una ciudad se mantuvo en su foco constante: Jerusalén. Jesús “afirmó su rostro para ir a Jerusalén” (Luc. 9:51). Su entrada en la ciudad marcó la semana más dramática y vital en la historia de la humanidad. Esa semana comenzó con la entrada regia de Cristo en la ciudad culminó en la cruz, por la cual nosotros,  “fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo” (Rom. 5:10).

 

Lee Lucas 19:28 al 40. Imagina el entusiasmo de los discípulos. Seguramente habrán pensado que en esa ocasión el Rey Jesús ascendería al trono terrenal en Jerusalén, el trono del Rey David. ¿Qué lección importante acerca de las falsas expectativas podemos obtener de este informe?

Cuando nació Jesús, unos sabios de Oriente vinieron golpeando las puertas de Jerusalén, haciendo una pregunta aguda: “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?” (Mat. 2:2). Y ahora, unos pocos días antes de la Cruz, mientras sus discípulos y las multitudes llenaban la ciudad, una aclamación irrumpió a través del cielo de Jerusalén: “¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor!” (Luc. 19:38).”.

 

Aunque todo estaba de acuerdo con el eterno plan de Dios, sus discípulos estaban tan empapados de las tradiciones, enseñanzas y expectativas de su propio tiempo y cultura que pasaron por alto completamente las advertencias previas de Jesús acerca de lo que sucedería y de lo que todo ello significaba.

Cristo les habló, pero ellos no escucharon. O tal vez escucharon, pero lo que él decía iba tan en contra de lo que ellos esperaban que lo pasaron por alto.

 

Dios versus Cesar.

 

Lee Lucas 20:20 al 26. ¿De qué forma tomamos lo que Jesús enseñó aquí y lo aplicamos a nuestra propia situación en el país en que vivimos?

¿Es correcto dar tributo a Cesaro o no ?

Durante la época de Jesús,  Alrededor del año 6 a.C., según Josefo, Judas el Galileo, era un líder revolucionario,

Señalando la imagen de César en la moneda, pronunció su veredicto: “Pues dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios” (Luc. 20:25). Vivir bajo César, cuya moneda utilizaban para las necesidades diarias, tiene sus obligaciones a César. Pero hay otra obligación, aún mayor, que surge del hecho de que somos hechos a la imagen de Dios y que a él le debemos nuestra lealtad en última instancia.

¿De qué maneras podemos seguir siendo buenos ciudadanos en el país en que vivimos mientras, al mismo tiempo, sabemos que nuestra ciudadanía está en una ciudad “cuyo arquitecto y constructor es Dios” (Heb. 11:10)?

 

“Jerusalén:Purificación del templo”

Después de la entrada triunfal, durante la cual Jesús lloró sobre Jerusalén, lo primero que hizo fue ir al Templo.

Lee Lucas 19:45 al 48, Mateo 21:12 al 17 y Marcos 11:15 al 19. ¿Qué lecciones importantes podemos obtener de lo que hizo Jesús? ¿Qué deberían decirnos estos informes, como individuos y como miembros de una comunidad que, en cierto sentido, actúa como el templo? Efe. 2:21.

 

Los evangelios mencionan la purificación del Templo. Aunque Juan habla de la primera purificación (Juan 2:13-25) que sucedió durante la visita de Jesús al Templo en la Pascua del año 28 d.C., los otros contaron la segunda purificación, al final del ministerio de Jesús, esta vez, en la Pascua del año 31 d.C. De este modo, las dos purificaciones del Templo proveyeron un paréntesis al ministerio de Jesús, mostrando cuánto se preocupaba por la santidad del Templo y de sus servicios, y cómo afirmaba su misión mesiánica y su autoridad.

Aunque no se nos da ninguna respuesta, es muy probable que fuera porque era todavía la Casa de Dios, y el lugar donde se revelaba el plan de salvación. En cierto sentido, se podría alegar que, con su muerte próxima, el Templo y sus servicios cumplían una función importante ya que era el lugar donde se podía ayudar a los judíos fieles a comprender exactamente quién era Jesús y lo que su muerte en la cruz realmente significaba. Es decir, el Templo, que representaba todo el plan de salvación, podría ayudar a muchos a llegar a ver a Jesús como “el Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo” (Apoc. 13:8).

 

La parábola de los labradores (Luc. 20:9-19) nos da una lección de historia redentora. El centro de esa historia es Dios y su Misericordia continua  .Se aplica a cada generación, cada congregación, y cada persona sobre quien  la Bondad y la confianza de Dios han sido derramados, y de los cuales Dios espera un retorno fiel..

Lee Lucas 20:9 al 19. ¿De qué manera se aplican a nosotros los principios enseñados aquí si cometemos los mismos errores de los personajes de la parábola?

 

En lugar de dar a Dios los frutos de Bondad y fidelidad, los arrendatarios de la viña de Dios abandonaron  a Dios. Pero Dios, el dueño de la viña, envió siervo tras siervo (vers. 10-12), mensaje tras mensaje (Jer. 35:15), con Miseriordia persistente para atraer y ganar a su pueblo para que cumplieran su responsabilidad como mayordomos. No obstante, cada uno llegó a ser víctima del rechazo. “¿ (Hech. 7:52).

 

La cena del Señor

Lee Lucas 22:13 al 20. ¿Cuál es la importancia de la Cena del Señor que sucedió en la Pascua?

Así como la liberación de Israel entró en la historia por el acto redentor de Dios, así la liberación del pecado de la humanidad está fundada en el evento histórico de la Cruz. En realidad, Jesús es nuestro “cordero pascual” (ver 1 Cor. 5:7), y su Última Cena es “un acto de proclamación por el cual la comunidad de la fe expresa la gloriosa significación de la muerte de Cristo”.− G. C. Berkouwer, The Sacraments , p. 193.

 

Se destacan dos lecciones vitales. “Cristo murió por nosotros” es la primera que debemos recordar en la mesa del Señor. La segunda, es que estamos unidos como un cuerpo por esa muerte. Mientras estamos a la mesa, somos una comunidad redimida de Cristo en el tiempo del fin, esperando el retorno del Señor. Hasta entonces, la mesa del Señor es un recordativo de que la historia tiene significado, y que la vida tiene esperanza.

Cristo dio su cuerpo y sangre para darnos vida eterna. ¿Cómo puedes personalizar esta verdad de manera que te dé esperanza?

 

!Bendiciones Abundantes!

 

 

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