El llamamiento de Abraham

23.09.2015 12:43

El Llamamiento de Abrahán

 

 

Abrahán se había criado en un ambiente de superstición y paganismo.  Aun la familia de su padre, en la cual se había conservado el conocimiento de Dios, estaba cediendo a las seductoras influencias que la rodeaban, "y servían a dioses extraños" (Jos. 24: 2), en vez de servir a Jehová.  Pero la verdadera fe no había de extinguirse.  Dios ha conservado siempre un remanente para que le sirva.  Adán, Set, Enoc, Matusalén, Noé, Sem (véase el Apéndice, nota 2), en línea ininterrumpida, transmitieron de generación en generación las preciosas revelaciones de su voluntad.

 

 El hijo de Taré se convirtió en el heredero de este santo cometido.  Fiel entre los fieles,  se mantuvo firme en la adoración del único Dios verdadero.  "Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras." (Sal.  145: 18.) El comunicó su voluntad a Abrahán, y le dio un conocimiento claro de los requerimientos de su ley, y de la salvación que alcanzaría mediante Cristo.

 

A Abrahán se le dio la promesa, muy apreciada por la gente de aquel entonces, de que tendría numerosa posteridad y grandeza nacional: "Y haré de ti una nación grande, y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición." (Gén.  12: 2.) Además, el heredero de la fe recibió la promesa que para él era la más precisa de todas, a saber que de su  linaje descendería el Redentor del mundo: "Y serán benditas en ti todas las familias de la tierra." (Vers. 3) Sin embargo, como condición primordial para su cumplimiento, su fe iba a ser probada; se le exigiría un sacrificio.

 

Bendiciones:  Gn 1:28, 9:1, 12:2, ,17:20, 32:29, Lc 1:28

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Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por heredad; y salió sin saber dónde iba." (Heb. 11:8.) La obediencia incondicional de Abrahán es una de las más notables evidencias de fe de toda la Sagrada Escritura.  Para él, la fe era "la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven." (Vers. 1.) Confiando en la divina promesa, sin la menor seguridad externa de su cumplimiento, abandonó su hogar, sus parientes, y su tierra nativa; y salió, sin saber adónde iba, fiel a la dirección divina.  "Por fe habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en cabañas con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa." (Vers. 9.)

 

Abrahán, el "amigo de Dios" (Sant. 2:23), nos dio un digno ejemplo.  Fue la suya una vida de oración.  Dondequiera que establecía su campamento, muy cerca de él también levantaba su altar, y llamaba a todos los que le acompañaban al sacrificio matutino y vespertino.  Cuando retiraba su tienda, el altar permanecía allí.  En los años subsiguientes, hubo entre los errantes cananeos algunos que habían sido instruidos por Abrahán; y siempre que uno de ellos llegaba al altar, sabía quién había estado allí antes que él; y después de levantar su tienda, reparaba el altar y allí adoraba al Dios viviente.

 

En su providencia, el Señor proporcionó esta prueba a Abrahán para enseñarle lecciones de sumisión, paciencia y fe, lecciones que habían de conservarse por escrito para beneficio de todos los que posteriormente iban a ser llamados a soportar aflicciones.  Dios dirige a sus hijos por senderos que ellos desconocen; pero no olvida ni desecha a los que depositan su confianza en él.  Permitió que Job fuese atribulado pero no le abandonó.  Consintió en que el amado Juan fuese desterrado a la solitaria isla de Patmos, pero el Hijo de Dios le visitó allí, y pudo ver escenas de gloria inmortal.

 

Durante su estada en Egipto, Abrahán dio evidencias de que no estaba libre de la imperfección y la debilidad humanas.  Al ocultar el hecho de que Sara era su esposa, reveló desconfianza en el amparo divino, una falta de esa fe y ese valor elevadísimos tan noble y frecuentemente manifestados en su vida.  Sara era una "mujer hermosa de vista,"  Razonó que no mentía al presentar a Sara como su hermana; pues ella era hija de su padre, aunque no de su madre.  Pero este ocultamiento de la verdadera relación que existía entre ellos era un engaño.  Ningún desvío de la estricta integridad puede merecer la aprobación de Dios.  A causa de la falta de fe de Abrahán, Sara se vio en gran peligro.  El rey de Egipto, habiendo oído hablar de ell , la hizo llevar a su palacio, pensando hacerla su esposa.

 

Adulterio : Ex 20:14, ,Lev 20.10, Job 24:15 Mt 5:27,19.9,Rom 7:3,1Co 6:9,2P 2:14

 

Pero el Señor, en su gran misericordia, protegió a Sara, enviando plagas sobre la familia real.  Por este medio supo el monarca la verdad del asunto, e indignado por el engaño de que había sido objeto, devolvió su esposa a Abrahán reprendiéndole así: "¿Qué es esto que has hecho conmigo? . . . ¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer?  Ahora pues, he aquí tu mujer, tómala y vete." (Gén. 12:11, 18, 19.)

 

Inocencia: Sal 26:26, Dn 6:22, Ap 14:5

 

Abrahán había sido muy favorecido por el rey; y aun  ahora Faraón no permitió que se le hiciese daño a él o a su compañía, sino que ordenó que una guardia los condujese con seguridad fuera de sus dominios.  En ese tiempo se promulgaron leyes que prohibían a los egipcios relacionarse con pastores extranjeros en actos familiares, tales como comer o beber juntos.  La despedida que Faraón dio a Abrahán fue amable y generosa; pero le pidió que saliera de Egipto, pues no se atrevía a permitirle permanecer en el país.  Sin saberlo, el rey había estado a punto de hacerle un gran daño; pero Dios se había interpuesto, y había salvado al monarca de cometer tan gran pecado. 

 

Integridad: Num16:15, 1 S 12:4, ,2S 18:12, 1R 13:8, 2R 5:16, 2 R 12:15

 

Faraón vio en este extranjero a un hombre honrado por el Dios del cielo, y temió tener en su reino a una persona que tan evidentemente gozaba del favor divino.  Si Abrahán se quedaba en Egipto  sería considerado responsable, y que podría atraer nuevamente plagas sobre la familia real.

 

Intercesión:  Moisés por Israel  Ex 32:32, Moisés por María, Núm. 12:13, Samuel por Israel 1S 7:5, Un varón de Dios por Jeroboam 1 R13:6

 

La amonestación dada a Faraón resultó ser una protección para Abrahán en sus relaciones futuras con los pueblos vecinos; pues el asunto no pudo conservarse en secreto.  Era evidente que el Dios a quien Abrahán adoraba protegía a su siervo, y que cualquier daño que se le hiciese sería vengado.  Es asunto peligroso dañar a uno de los hijos del Rey del cielo.

 

 Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada.

 

Generosidad: Abraham  Gn 13:9, Jose Gn 50:21, Moises un 11:29, Jonatan 1S 18:4, Daniel Dn 5:17, Pablo 1 Co 10:33, Cristo 2 co 8:9

 

En su providencia, el Señor proporcionó esta prueba a Abrahán para enseñarle lecciones de sumisión, paciencia y fe, lecciones que habían de conservarse por escrito para beneficio de todos los que posteriormente iban a ser llamados a soportar aflicciones.  Dios dirige a sus hijos por senderos que ellos desconocen; pero no olvida ni desecha a los que depositan su confianza en él.  Permitió que Job fuese atribulado pero no le abandonó.  Consintió en que el amado Juan fuese desterrado a la solitaria isla de Patmos, pero el Hijo de Dios le visitó allí, y pudo ver escenas de gloria inmortal.

 

 

!Bendiciones Abundantes!

Patriarcas y Profetas .

 

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