Despues del Diluvio.

03.09.2015 09:19

CAPÍTULO 8.  Después del Diluvio

 

LAS AGUAS subieron quince codos sobre las más altas montañas.  A menudo le pareció a la familia que ocupaba el arca que todos perecerían, pues durante cinco largos meses su buque flotó de un lado para otro, aparentemente a merced del viento y las olas.  Fue una prueba grave; pero la fe de Noé no vaciló, pues tenía la seguridad de que la mano divina empuñaba el timón.

 

Cuando las aguas comenzaron a bajar, el Señor guió el arca hacia un lugar seguro por un grupo de montañas conservadas por su poder.  Estas montañas estaban muy poco separadas entre sí, y el arca se mecía  este quieto refugio, sin que el inmenso océano la agitara ya.  Esto alivió a los cansados y sacudidos viajeros.

 

Noé y su familia esperaban ansiosamente que bajasen las aguas; pues anhelaban volver a pisar tierra firme.  Cuarenta días después que se hicieron visibles las cimas de las montañas, enviaron un cuervo, ave de olfato delicado, para ver si la tierra ya estaba seca.  No encontrando más que agua, el ave continuo yendo y viniendo. 

 

Siete días después, se envió una paloma, la cual al no encontrar dónde posarse, regresó al arca.  Noé esperó siete días más, y nuevamente envió la paloma.  Cuando ésta regresó por la tarde con una hoja de olivo en el pico, hubo gran alborozo en el arca.  Más tarde "quitó Noé la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba enjuta." (Gén. 8:13.) Todavía esperó pacientemente dentro del arca.  Como había entrado obedeciendo un mandato de Dios, esperó hasta recibir instrucciones especiales para salir.

 

Finalmente descendió  un mensajero abrió la maciza  puerta y mandó al patriarca y a su familia que saliesen a tierra, y llevasen consigo todo ser viviente.  En su regocijo por verse libre, Noé no se olvidó de Aquel en virtud de cuyo misericordioso cuidado habían sido protegidos.  Su primer acto después de salir del arca fue construir un altar y ofrecer un sacrificio.

 

Para evitar que las nubes y las lluvias llenasen a los hombres de constante terror, por temor a otro diluvio, el Señor ánimo a la familia de Noé mediante una promesa: "Estableceré mi pacto con vosotros, . . . ni habrá más diluvio para destruir la tierra.... Mi arco pondré en las nubes, el cual será por señal de convenio entre mi y la tierra.  Y será que cuando haré venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes, . . . y verlo he para acordarme del pacto perpetuo entre Dios y toda alma viviente." (Gén. 9:11-16.) 97

 

¡Cuán grandes fueron la condescendencia y compasión que Dios manifestó hacia sus criaturas al colocar el bello arco iris en las nubes como señal de su pacto con el hombre! El Señor declaró que al ver el arco iris recordaría su pacto.  Esto no significa que pudiera olvidarlo, sino que nos habla en nuestro propio lenguaje, para que podamos comprenderle mejor. 

 

Quería el Señor que cuando los niños de las generaciones futuras preguntasen por el significado del glorioso arco que se extiende por el cielo, sus padres les repitiesen la historia del diluvio, y les explicasen que el Altísimo había combado el arco, y lo había colocado en las nubes para asegurarles que las aguas no volverían jamás a inundar la tierra.  Así sería el arco iris, de generación en generación, un testimonio del amor divino hacia el hombre, y fortalecería su confianza en Dios.

En el cielo una semejanza del arco iris rodea el trono nimba la cabeza de Cristo.  El profeta dice: "Cual parece el arco del cielo que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor [del trono]. 

 

Los arcoíris son más comunes por las mañanas o por las tardes, ¿por qué? Pues resulta que para que se forme este fenómeno, la luz solar debe alcanzar una gota de lluvia en 42 grados.

 

Pueden aparecer por la noche: Estos se llaman “moonbows” o “arcos de luna” ya que los rayos de luz provienen de reflejos de la luna en lugar del sol.

Dos personas no pueden ver el mismo arcoíris. De acuerdo con LiveScience, cada persona observa desde un ángulo completamente distinto, la luz rebotada de ciertas gotas de lluvia del arcoíris que ves es distinta de la luz que rebota en que ven otras personas, simplemente porque dos sujetos no pueden estar en el mismo lugar, ocupando el mismo espacio, exactamente al mismo tiempo para ver el mismo.

 

No existe el final del arcoíris: Al igual que la Luna, los arcoíris parecen moverse cuando nosotros nos movemos porque la luz que forma el arcoíris lo hace a una distancia y ángulo específico del observador.

 

No se pueden ver todos los colores. La creencia dice que los arcoíris están formados por siete colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta es falsa, pero realmente un arcoíris se compone de más de 1 millón de colores, incluyendo colores que el ojo humano no puede percibir.

 

Puedes desaparecerlo. No es magia, simplemente si te pones unos lentes polarizados dejarás de observarlo. ¿La razón? Estas gafas están recubiertas con una capa de moléculas alineadas verticalmente  y la luz que refleja el agua viaja horizontalmente. Por: Redacción Quo.

 

Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová." (Eze. 1:28.) Juan el revelador declara: "Y he aquí, un trono que estaba puesto en el cielo, y sobre el trono estaba uno sentado. . . . Y un arco celeste había alrededor del trono, semejante en el aspecto a la esmeralda." (Apoc. 4:2, 3.) Cuando por su actos el hombre provoca los juicios divinos, el Salvador intercede ante el Padre en su favor y señala el arco en las nubes, el arco iris que está en torno al trono y sobre su propia cabeza, como recuerdo de la. Misericordia de Dios hacia el pecador arrepentido.

 

Toda la superficie de la tierra fue cambiada por el diluvio, La tierra presentaba un indescriptible aspecto .  Las montañas, una vez tan bellas en su perfecta simetría, eran ahora quebradas e irregulares. 

 

Piedras, riscos y escabrosas rocas estaban ahora diseminados por la superficie de la tierra.  En muchos sitios, las colinas y las montañas habían desaparecido, sin dejar huella del sitio en donde habían estado; y las llanuras dieron lugar a cordilleras.  Estos cambios eran más pronunciados en algunos lugares que en otros.

 

Como lo fue Noé en el arca. Dios será su refugio y tendrán confianza bajo sus alas protectoras. El salmista dice: "Porque tú has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal." "Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; ocultaráme en lo reservado de su pabellón." La promesa de Dios es: "Por cuanto en mí ha puesto su voluntad, yo también lo libraré: pondrélo en alto, por cuanto ha conocido mi nombre." (Sal. 91: 9, 10, 14; 27: 5.) 102

 

¨Después del Diluvio, Dios imbuyó al mundo con un nuevo potencial; el potencial de crear. Él le otorgó la habilidad de tomar lo que recibe de Arriba y de desarrollarlo, extenderlo, y expandirlo. El mundo era ahora como un discípulo que había sido entrenado por su dueño para pensar por sí mismo, para tomar ideas que había aprendido y aplicarlas en nuevas áreas. El hombre ahora podía no solo absorber la entrada Divina en su vida sino que también podía dar rienda suelta a su potencial de maneras nuevas e impredecibles.

 

La lluvia que destruyó el mundo  también lo limpió y lo purificó, dejando a un nuevo mundo con una nueva naturaleza: un mundo que se eleva para encontrarse y transformar lo que se le ha otorgado; un mundo con la “translucidez” y refinamiento para desarrollar el regalo que recibe en nuevos paisajes de color y luz. (Basado en las charlas del Rebe, Shabat Noaj 5721 (1969), 5724 (1963)

 

Patriarcas y Profetas.

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