Eliu, El defensor autoproclamado por Dios.

12.10.2015 08:57

El hombre no puede compararse con Dios.

 

Job 35

 

1 PROSIGUIO Eliú en su razonamiento, y dijo:  2 ¿Piensas que es cosa recta lo que has dicho: Más justo soy yo que Dios?

 

Más justo soy. Job no había afirmado esto.  Había puesto en duda la justicia de Dios (caps. 9: 22-24; 10: 3; 12: 6), pero la acusación de Eliú, tal como aparece aquí, exagera cualquier idea que Job hubiera  expresado en sus discursos.

 

Orgullo espiritual: Job 33:9, Lc 18:11, Jn 9 :41, 1 Co 4:18, Ap 3:17

 

3 Porque dijiste: ¿Qué ventaja sacaré de ello? ¿O qué provecho tendré de no haber pecado?

 

Job no sostenía que los justos no tienen una ventaja final sobre los pecadores; insistían sí en que en este mundo no siempre procede la Providencia de acuerdo con el concepto de las personas.

 

4 Yo te responderé razones, Y a tus compañeros contigo.5 Mira a los cielos, y ve, Y considera que las nubes son más altas que tú.

 

Mira a los cielos. El propósito de la declaración de Eliú era demostrar que Dios es tan grande que la conducta humana no puede afectarlo. Compara la grandeza de Dios con la altura e inmensidad de los cielos y  las nubes.

 

Mirar hacia Dios: Sal 34:5, Sal 123:1, Jn 11:41, Jn 17:1, Hch 1:10, Hch 7:55

 

6 Si pecares, ¿qué habrás logrado contra él? Y si tus rebeliones se multiplicaren, ¿qué le harás tú?7 Si fueres justo, ¿qué le darás a él? ¿O qué recibirá de tu mano?

 

Contra él. El argumento es que Dios, creador de los cielos, no puede ser afectado, ni restringido de ningún modo por el pecado de una persona.  Esto no le perjudica, ni disminuye su poder ni afecta su dignidad.

¿Qué le darás a él? Por otra parte, Eliú sostiene que la justicia de un individuo no puede beneficiar a Dios ni tampoco le impone obligaciones para con nadie.

 

Según el razonamiento de Eliú, los resultados de la iniquidad o de la justicia de una persona no los siente Dios, sino otros seres humanos.  Dios está tan lejos de los efectos del pecado o de la rectitud, que no hay razón para que se aparte de la estricta justicia.  Por eso, donde hay mérito, recompensa; y donde hay culpa, consecuencias negativas. 

 

Por lo tanto, tiene ventajas ser recto.  Dios es demasiado excelso para modificar la ley de causa y efecto, la cual, según opina Eliú, exige recompensa para el justo y castigo para el que no lo es . El Evangelio presenta a un Dios amoroso que es afectado por lo que hacen sus criaturas, y que las trata en forma personal (ver Heb. 4: 15).

 

10 Y ninguno dice: ¿Dónde está Dios mi Hacedor, Que da cánticos en la noche. 11 Que nos enseña más que a las bestias de la tierra, Y nos hace sabios más que a las aves del cielo?

 

Si se acercaran a Dios como él lo sugiere, el Señor les daría "cánticos en la noche", o sea, alegría en la hora de angustia (Sal. 30: 5; 77: 6; 90: 14; 143: 8).  Este argumento es falaz, pues se presupone que los que sufren continuamente no claman a Dios en forma correcta.

 

Las bestias y las aves gritan instintivamente por el dolor y la aflicción, pero no saben cómo buscar a su Creador; en cambio Dios ha enseñado al hombre a hacer algo más que quejarse: llevarle sus tristezas  con un espíritu de fe,  piedad, humildad y resignación.  Eliú sostiene que si Dios no responde al pedido del hombre, es porque falta el debido espíritu.

 

Es evidente que Eliú se refiere a Job.  Dios responde a un clamor  sincero. Esto es cierto, ¿por esto debe afirmarse que todos los clamores sinceros reciben respuesta inmediata o en la manera deseada? Esto equivale a simplificar demasiado el problema del sufrimiento.  Muestra cómo una posición aparentemente lógica puede llevar a interpretaciones completamente erróneas.

 

Confiar : Sal 37:3, 37:5, Sal 118: 8, Pr 3:5, Is 26:4, Is 50 :10

 

"No presta mucha atención al pecado" (VP).  Puede entenderse que Job dice así hablando vanas palabras.

 

16 Por eso Job abre su boca vanamente, Y multiplica palabras sin sabiduría.mente (vers. 16), o que Eliú piensa que Dios es demasiado bondadoso con Job.

 

Eliú llega a la conclusión de que Job no tiene un justo motivo de queja.  Insinúa que no ha sufrido siquiera todo lo que merece, y que en verdad no sabe lo que dice.  Sin duda que no puede haber consuelo alguno para Job en un discurso como éste.

 

Vanas Palabras:  Job 11:2, 15:3, Pr 10:19, 14:23, 29:11, Ec 5:3,10:13, Ez 36:3, Tit 1:10

 

¿Si Dios comienza a interrogarnos, que vamos a responder?

Aunque tuviéramos grandes conocimientos, aunque pareciera que podemos mover grandes naciones y tuviéramos grandes logros, realmente seriamos puesto en nuestro lugar, siguiendo sencillamente aquello que Dios nos ha mostrado. Cuando moldeamos proposiciones a su voluntad, rompemos en pedazos su palabra. Aprendamos la diferencia entre justificarnos a nosotros mismos, y a ser así justificados por el mismo Dios. —Que el alma tempestuosa considere a Job, y se fije en que los demás han pasado este abismo espantoso; y aunque les parezca difícil creer que Dios los oye o los libra, aun así Él reprendió la tormenta y los llevó al puerto. .

 

https://www.vivirconpropositodivino.webnode.es/los-tiempos-de-dios-ii/

 

Comentario Bíblico adventista

¡Bendiciones Abundantes!

 

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