Ellos predicaban

30.03.2015 08:55

Hechos 8:14-40

Los apóstoles.

 

Habían quedado en Jerusalén (vers. 1) dirigiendo las actividades de la iglesia. El Señor había fijado un límite geográfico para la predicación del mensaje del reino (Mat. 10: 5); pero había eliminado esos límites por medio de la comisión evangélica (Mat. 28:19-20) y mediante la instrucción dada en Hech. 1:8. La noticia del éxito de Felipe en Samaria fue para los doce una prueba de que en verdad se habían eliminado esos límites. Había llegado el momento de testificar de Cristo en Samaria.

 

Oyeron. A pesar de todo, parece que se mantuvieron las comunicaciones entre los obreros esparcidos y el cuartel general. El mensaje de Felipe fue llevado a través de toda la región por sus entusiastas conversos.

Palabra de Dios. Lucas emplea esta expresión, tanto aquí como en su Evangelio, para resumir todo el Evangelio de Cristo (cf.  Luc. 5:1; 8:11, 21).

 

Pedro y.. Juan.

Evidentemente en esos primeros tiempos no se le asignaba ninguna preeminencia especial a ninguno de los doce. Por decisión de todos los apóstoles, Pedro y Juan fueron enviados en misión a Samaria. Era lógico que eligieran a estos dos, pues habían sido los más activos en comenzar la obra de la iglesia (cf. cap. 1:15; 2:14; 3:1; 4:8; etc.). Si Juan Marcos hubiera pasado por las vicisitudes descritas en los versículos siguientes, difícilmente más tarde habría dejado de acompañar a Pablo y Bernabé (cap. 13:13).

 

Este fue el primer acto orar  de los dos apóstoles. No concedieron el Espíritu Santo a los creyentes samaritanos recientemente bautizados, sino que imploraron al Señor que les concediera el Espíritu  (cf. cap. 2:38), y como evidencia de que habían sido aceptados por Dios.

Aún no había descendido. En este versículo se hace una clara distinción entre el bautismo de agua administrado por Felipe, y la recepción del Espíritu Santo por medio del ministerio de Pedro y de Juan. Felipe los había bautizado con agua, pero no recibieron los dones del Espíritu hasta que llegaron Juan y Pedro.

En el nombre. Esto indica el estrecho vínculo con el cual los nuevos conversos a la fe estaban ligados a Cristo .

 

Recibían. Nótese estos pasos que capacitaron a los samaritanos para recibir el Espíritu Santo: (1) Su propia confesión de fe por medio del bautismo (vers. 12), (2) la oración de los apóstoles (vers. 15), y (3) la imposición de las manos de los apóstoles (vers. 17).

Simon (Hch. 8:9-24).  De acuerdo con Justino Mártir, habría nacido en Gito, una aldea de Samaria.  Se convirtió más tarde en una figura central de cierta literatura  de los primeros siglos, en la que se lo describe como precursor de la disciplina gnóstica, y un maestro cuyo sistema se basaba en gran medida en la angelología, la astrología y en una creencia ilimitada en sus propios poderes "divinos".  En los así llamados Reconocimientos de Clemente y en las Homilías clementinas, se lo presenta discutiendo con Pedro y haciendo milagros para oponerse al apóstol.  En ambos casos éste lo reprende. Justino Mártir, Apología primera 26

 

Vio Simón. Simón había sido bautizado por Felipe así como lo habían sido los otros samaritanos; pero las manos de los apóstoles no habían sido puestas sobre él, y no había recibido el Espíritu que generosamente había sido dado a los otros creyentes. Sin duda hubo alguna razón para esto; Cualquier intento de comprar un poder de orden espiritual o eclesiástico se llama "simonía".

 

La simonía es, en el cristianismo, la compra o venta de lo espiritual por medio de bienes materiales. Incluye cargos eclesiásticos, sacramentos, reliquias, promesas de oración, la gracia, la jurisdicción eclesiástica, la excomunión, etc. 

 

La simonía fue, realmente, un hecho  contrario a la palabra de Jesucristo según el Evangelio de Mateo:Vosotros habéis recibido gratuitamente, dad también gratuitamente.

 

El arrepentimiento es la primera condición para alcanzar el perdón y evitar el castigo merecido. Nótese que aunque la actitud de Simón es denominada "maldad", la exhortación de Pedro muestra que todavía había salvación.Pedro también pudo haber pensado que el pecado de Simón se acercaba al pecado imperdonable contra el Espíritu Santo (ver com.  Mat. 12:31). Pedro expresa su disgusto por la forma de Simón. Pedro comprendió que Simón,Había permitido  la iniquidad se convirtiera en un hábito.

 

Ruega a Dios quizas. La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto: "Ruega al Señor". Si bien los judíos comúnmente llamaban "Señor" a Dios, es posible que aquí Pedro le dijera a Simón que debía orar al Señor Jesús.

 

Gaza.

Esta es la transliteración griega del hebreo 'azzah, de una raíz que significa "ser fuerte". Gaza era una ciudad de la frontera sur de los antiguos cananeos (Gén. 10:19). Fue ocupada primeramente por los aveos y después por los caftoreos (Deut. 2:23). Josué no pudo subyugarla (Jos. 10:41; 11:22). Judá la ocupó por un corto tiempo (Juec. 1:18), pero pronto la perdió y quedó en poder de los Filisteos (Jos. 13:3; Juec. 3:3), y éstos la convirtieron en la más austral de sus cinco grandes ciudades.  Resistió a Alejandro Magno durante cinco meses, pero finalmente fue conquistada y se convirtió en un importante centro militar durante las luchas entre los Tolomeos y los Seléucidas, y en las guerras de los Macabeos (1 Mac. 11:61).

 

Se levanto y se fue el  Etíope. Etiopía, llamada Cus (Heb. kush) en el AT (Gén. 2:13; Est. 1:1; etc.), se refiere a la región al sur de la primera catarata del Nilo. También se denominó Nubia a este país que hoy se conoce como Sudán. Esto puede reflejarse en el valiente proceder del eunuco etíope Ebed-melec en tiempos de Jeremías (cap. 38: 7-13; 39: 15-18).  Aún antes se dice en el Salmo 68: 31, que Etiopía (kush) extendería sus manos hacia Dios.

 

Funcionario. Gr. dunást's, "hombre poderoso", "príncipe"; "alto funcionario" (BJ). La ley excluía específicamente a los eunucos del santuario de Dios (ver com. Deut. 23: 1), pero es indudable que en la práctica se los aceptaba. Ni jerarquía, ni raza, impiden la aceptación en la familia de nuestro Padre celestial (Gál. 3: 28-29; Col. 3: 10-11). Felipe encontró a un hombre que administraba el tesoro real; pero el evangelista ayudó a este tesorero a encontrar un tesoro aun mayor, así como el hombre de la parábola de Mat. 13: 44 halló un gran tesoro cuando lo buscó con toda diligencia.

 

Acudiendo Felipe. Mejor "Felipe corrió hasta él" (BJ).  Reaccionó inmediatamente en respuesta a la orden del Espíritu.  ¿Entiendes lo que lees ? Felipe inicia la conversación muy hábilmente; comenzó en donde encontró al hombre, y adaptó su presentación a los intereses del etíope. Esto proporciona un ejemplo para cada obrero cristiano.  La pregunta de Felipe se refería al significado e interpretación, no a las palabras.

 

Enseñare. Gr. hod'géÇ, "guiar por el camino", "conducir".  Jesús empleó la misma palabra para referirse a la conducción del Espíritu Santo (Juan 16: 13). El eunuco regresaba a Etiopía, en donde estaría separado de quienes hasta aquí lo habían guiado en Jerusalén; 221 sentía que necesitaba recibir instrucciones adecuadas acerca de este pasaje difícil.

 

Yendo por el camino. Felipe y el eunuco tuvieron que haber viajado juntos cierto tiempo, porque el instructor no sólo presentó los puntos básicos de la salvación en Cristo Jesús de acuerdo a la luz de Isa. 53, sino que prolongó la instrucción hasta tal punto que el eunuco comprendió el significado.

El Espíritu. El Espíritu había iniciado el encuentro de Felipe con el eunuco, y después de que hubo alcanzado un resultado positivo, el Espíritu presentó otra vez a Felipe nuevas posibilidades .

El Señor desea que cada uno ocupe el lugar que nos ha asignado.  Si estamos dispuestos a caminar con sencillez y piedad, y confiar en el Señor tal como un joven confía en su padre terrenal, nos capacitará para hacer la obra que nos ha encomendado realizar.  Si buscamos al Señor, El actuará en nuestro favor. . . El Señor obrará nuestra salvación si le encomendamos el cuidado de nuestras almas como fiel Creador. . .

 

No somos nosotros los que producimos las impresiones sobre la mente y el corazón.  Son los ángeles de Dios los que las hacen.  Ellos ven cada esfuerzo que hacemos y subyugan los corazones e iluminan las mentes de aquellos por quienes estamos trabajando, de tal manera que las impresiones celestiales se graben y los corazones y las mentes sean inducidos a ver y comprender. . .

 

 Los ángeles de Dios los rodean.  Ellos ministran en la tierra misma, haciendo que produzca sus tesoros.  Esta es la instrucción que estoy tratando de dar a nuestro pueblo.  Deseo que comprendan lo que podría lograrse si trabajaran obedeciendo la voluntad del Señor.  Es El quien ha dado la instrucción.  Sigamos sus directivas (Manuscrito 13, del 26 de abril de 1909, "A los obreros y estudiantes de la escuela de Hill Crest"). 129

 

Bendiciones  Abundantes.

Comentario bíblico tomo 6

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