Leccion de Escuela Sabatica.

13.10.2015 09:03

“El llamado profético de Jeremías”

 

El sábado enseñaré…

Texto Clave: Jeremías 1:1-12.

 

 Los hechos biográficos que aparecen en su libro nos ayudan a comprender mejor su obra como profeta. Jeremías tuvo tal efecto en la historia que, aun en el tiempo de Jesús, los talleres literarios y las escuelas para discípulos se basaban en el ministerio profético de Jeremías, se mantuvo como “ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce” (Jer. 1:18), no con sus propias fuerzas, sino con las de Dios. Los profetas, de acuerdo con su llamamiento,  Se mantuvieron en el Pacto y en los Diez Mandamientos (Jer. 11:2-6). 

 

Enseña a tu clase a:

Saber, al repasar la experiencia del llamamiento de Jeremías, que su vacilación en aceptar el llamado de Dios era posiblemente lo que mejor lo calificaba para realizar su tarea.

Sentir cuán tiernamente trató Dios con el sentido de inadecuación de Jeremías para las tareas puestas delante de él.

Hacer la decisión de escuchar más cuidadosamente el llamado de Dios en nuestra vida y resolver permitirle que nos equipe para hacer su voluntad.

 

¿Por qué para Jeremías fue tan difícil de aceptar el llamamiento de Dios?¿Cuáles son los criterios que Dios usa para elegir a las personas que harán su voluntad y de qué modo se aplican en el llamado de Jeremías (y de otros profetas)?¿De qué manera trató Dios con la vacilación de Jeremías en aceptar el llamado? ¿De qué forma lidiamos con los sentimientos de inadecuación cuando nos sentimos abrumados por las tareas puestas delante de nosotros?

 

 Sin embargo, Dios trabajó tiernamente con él, calmandoloy dándole el poder para hablar las palabras de Dios al pueblo de Judá.

 

CICLO DE APRENDIZAJE

Texto destacado: Jeremías 1:4-9.

 

Llamado divino: Abraham Gen 12:1, Moisés Ex 3:10, Gedeón  Jue 6:14, Eliseo 1R 19:19, Isaías Is 6:8, Pablo Hch 26:16

 

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Cuando Dios llama, a menudo reaccionamos como Jeremías; o sea, encontramos “buenas” excusas para rechazar el llamado. Nuestro llamamiento puede no haber sido para el ministerio profético, pero hay una tarea para cada uno de nosotros, y debemos confiar en Dios pues él sabe lo que somos y qué cosas no somos capaces de hacer. Él nos capacitará y nos equipará para realizar lo que nos pida.

 Jeremías ha sido llamado muchas veces “el profeta llorón”, por su relación con los mensajes de tristeza que debió proclamar a lo largo de su ministerio. Su tarea se realizó justo antes del exilio babilónico y luego durante el comienzo de este. Como Jesús, Jeremías fue un varón de dolores, y su fidelidad a Dios, así como sus luchas, pueden ser de ánimo para nosotros, que vivimos en momentos similares de turbulencia al final de la historia de la tierra.

 

I. Jeremías en su tiempo

(Repasa, con tu clase, Jeremías 1:1-3.)

Los versículos 1 al 3 son una introducción al libro de Jeremías, y nos proporciona material histórico acerca del llamamiento y ministerio del profeta. También establece las credenciales del profeta, al indicar su genealogía sacerdotal, y la forma en que Dios le habló: “la palabra del Señor vino a Jeremías” (Jer. 1:2, NVI). Esta frase podría traducirse literalmente como “la palabra del Señor ocurrió/sucedió/siguió a Jeremías”. Se encuentra repetidamente en las experiencias del llamamiento de los profetas del Antiguo Testamento (p. ej., Jon. 1:1; Miq. 1:1) y señala el hecho de que, cuando Dios llama, no es solo un fenómeno audible sino un evento dinámico que refleja el poder de Dios como Creador, transformando lo que él toca (ver Isa. 55:11). Cuando Dios habla, las cosas comienzan a suceder.

 

Considera: ¿De qué maneras la Palabra de Dios todavía “ocurre” hoy en nuestras vidas? ¿Cómo podemos experimentar el poder transformador de su Palabra?

 

II. El llamamiento y visiones de Jeremías

(Repasa, con tu clase, Jer. 1:4-16.)

 

Inspiración: Núm. 11:25, 23:5, 2S 23:2, 1R 22:14, 2Cr 24:20, Jer 1:9, Ez 3:17

 

“La palabra del Señor” aparece tres veces más en el capítulo 1 (vers. 4, 11, 13), presentando el llamamiento de Jeremías y dos visiones subsecuentes. La designación de Jeremías como “profeta a las naciones” (vers. 5) se describe con términos de “creación”, como que Dios “formó” a Jeremías (el mismo verbo de Gén. 2:7) con el plan de llamarlo como su profeta.

 

El poder de la palabra: Una llama devoradora  Jer 5:14, un Martillo devastador Jer 23:29, Una fuerza que da vida  Ez 37:7,  Un poder de salvación Ro 1:16,Ef 6:17

 

La renuencia de Jeremías a aceptar el llamado de Dios se basaba en sus sentimientos de inadecuación con respecto a su lenguaje y su juventud. La palabra hebrea para “niño” indica un hombre joven, posiblemente entre 18 y 20 años; pero también puede usarse para referirse a una persona aún más joven (p. ej., 1 Sam. 1:24). Hablar a reyes y dirigentes siendo tan joven debe de haber sido intimidante para Jeremías. Su renuencia es un eco de la preocupación de Moisés cuando él recibió su llamamiento (Éxo. 3 y 4), demostrando que era la misma reacción que Jeremías compartió con varios otros profetas bíblicos (así como también con Elena de White). Esta reacción no lo descalificó para la tarea, sino más bien permitió que Dios mostrara su fortaleza a través de su debilidad.

 

Siembra espiritual: Sal 126:5,126:6, Is 32:20, Os 10:12, Lc 8:5, Ga 6:8

 

Dios reacciona tiernamente ante la vacilación de Jeremías sin reprenderlo, y le da la seguridad de su presencia y su liberación divina (Jer. 1:7, 8). Luego, Dios realiza un acto simbólico al tocar la boca de Jeremías con “su mano” (vers. 9): además de purificar (ver Isa. 6:6, 7), le daba el poder. Bosqueja la labor del profeta mediante algunos verbos (Jer. 1:10),algunos de los cuales son negativos y otros positivos, reflejando el énfasis del mensaje divino, no solo en el juicio, sino también en los elementos de esperanza y restauración.

 

Dos visiones refuerzan el cuidado de Dios por Jeremías: la rama del almendro y la olla que hierve. La palabra para “almendro” en hebreo crea un juego de palabras con el verbo “apresuro” o “estoy alerta” (NVI). Así como en el antiguo Israel las personas estaban atentas a las flores del almendro mientras esperaban la primavera (vers. 11, 12), Dios estaba atento sobre Jeremías y Judá. La “olla que hierve” (vers. 13-16), que está inclinada de norte a sur, alude al enemigo de Israel que, en general, llegaba del lado del norte. Aunque Babilonia está ubicada geográficamente al este de Judá, los ejércitos babilonios no iban a cruzar el desierto, sino que viajarían a lo largo del río Éufrates. Desde allí cruzarían hasta Siria, avanzando hacia el sur, y pondrían su campamento ante las puertas de Jerusalén a fin de conquistarla y ejecutar los juicios de Dios sobre Judá (vers. 15, 16).

 

Abandonar a Dios: 2Cr 15:2,Esd 8:22, Jer 1:16, 2:13, 5:19, 15:6, Ez 6:9,2 Pe 2:15

 

Considera: ¿Cómo hubieras reaccionado si hubieses estado en el lugar de Jeremías? ¿Has experimentado el hecho de que Dios “estaba alerta” sobre los planes que él tiene para tu vida?

 

III. La promesa de Dios

(Repasa, con tu clase, Jer. 1:17-19.)

 

Obediencia: De todo corazón  Dt 26:16,  Jos 1:8, 1S 15:22, Mt 7:21 , Hch 5:29

 

El versículo 17 llama a Jeremías a la acción (“ciñe tus lomos”, como alguien que se prepara para un trabajo serio o aún una batalla, recogiendo sus largas vestimentas). Pero Dios equipa a los que llama. Le promete a Jeremías que se mantendrá firme como “ciudad fortificada” contra todo el pueblo, incluyendo reyes, príncipes y sacerdotes (vers. 18).  La promesa final es literalmente un “oráculo” del Señor: “Porque yo estoy contigo” (vers. 19).

 

Providencia : Ex 14:14, Ex 23:27, 2S 5:24, 2Cr 20:29, 2 Cr 32:8

 

 Solo para los maestros: Conduce a tu clase a un análisis práctico de cómo la experiencia del llamamiento de Jeremías puede ser real en nuestras propias vidas. Es importante darnos cuenta de que, aunque Dios no nos haya llamado al ministerio profético, todavía nos llama a nuestros ministerios específicos. También podríamos pasar por el proceso de vacilación y sentimientos de inadecuación como le sucedió a Jeremías.

 

Solo para los maestros: Jeremías 1 es vital para comprender todo el libro y resume su mensaje: Dios está alerta a su Palabra así como vigila a su mensajero. Ayuda a la clase a responder positivamente cuando Dios nos llama a cualquier ministerio que él quiera darnos.

 

Presencia Divina: Ge 28:15, Ex 33:14, Dt 20:1, Is 43:2, Mt 18:20 , Mt 28:20

 

 

https://escuelasabatica.co/leccion-1-edicion-alumnos-el-llamado-profetico-de-jeremias-para-el-3-de-octubre-de-2015/

 

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