La oracion .

09.10.2015 09:44

 

 

 

La Oración es celestial  por lo tanto nos acerca a lo divino, al cielo a través de nuestra comunicación con Dios. La Oración es un privilegio alto y  sublime que llena de regocijo, es una canal de comunicación con Dios.

 

A través de la Oración también adquirimos Sabiduría para interpretar  Pasajes Bíblicos que hemos escuchado una y otra vez, y de pronto, sentimos una iluminación de lo alto, esos pasajes son para nosotros como una palabra nueva o una aclaración de algo que no habíamos entendido. Dios nos da la revelación de manera personal y especifica para entender su palabra.

 

 

Brinda Fortaleza Espiritual.

 

La oración es el principal ejercicio espiritual del cristiano.

 

Puedes orar en cualquier parte, en cualquier momento. Da lo mismo que estés sentado o de pie. No es necesario estar en un templo ni en ningún lugar en particular. La oración establece un vínculo entre el Señor y tú, te encuentres donde te encuentres.

 

No hay reglas en cualquier lugar de la Escritura establecidas por la forma de la oración .

 

No hay mención de rodillas en oración (1 Reyes 08:54; 2 Cr. Hechos. 6:13; siete Ps. 95:6:; Isa. 45:23, Lucas 22:41, 60; 9:40; Ef. 3:14, etc);

de ceder y caer postrado (Gén. 24:26, 52; Ex:. 4 31; 12:27; Matt etc. 26:39, Marcos 14:35);

de propagación de las manos (1 Reyes 8:22, 38, 54; Sal;. 28:2 63:4, 88:9; Tim. 1 2:8, etc);

del pie (1 Sam. 1:26 1 Reyes 8:14, 55; 2 Cr.;. 20:09 Marcos 11:25, Lucas 18:11, 13).(por John J. Wynne)

 

 

Crea Dependencia de Dios  ,Impulsa el Crecimiento Personal.

Todos deseamos crecer, mejorar y alcanzar mayores estadios , ministeriales y espirituales. La oración es un medio seguro para ser mejor persona y desarrollar un carácter que manifieste el fruto del Espíritu Santo.

Por medio de nuestras oraciones, otras personas pueden obtener los mismos beneficios que obtenemos nosotros cuando oramos, La oración construye los canales que van desde el ilimitado depósito de abastecimiento de Dios.

 

 

La oración nos conecta con Dios.

Cuando aprovechamos la oración para interceder por otras personas, desplazamos momentáneamente nuestro centro de atención de nosotros mismos y lo colocamos en otros seres.

 

Pero la revelación de Dios al hombre no se ha limitado al mensaje de la naturaleza. Aunque ésta nos habla de Dios, su mensaje es incompleto. Dios tiene que ser conocido en base a la revelación que él ha decidido hacer de sí mismo, y la mayor revelación de Dios que hemos recibido se encuentra en la vida, el ministerio y la muerte de Jesucristo. “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” dijo Jesús (S. Juan 14:9). Debido a que él se hizo uno de nosotros, tuvimos una revelación de Dios en términos que nosotros los humanos podemos comprender. “Sabemos que el Hijo de Dios ha venido —declara Juan—, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero” (1 Juan 5:20).

 

con la oración entramos en contacto con el “Verdadero”, uno que se dijo ser “el camino, y la verdad, y la vida” (S. Juan 14:6). La oración establece una conexión sutil pero innegable con una Persona divina, un Ser que trasciende a lo  más elevado.(El centinela )

 

Como un fenómeno de múltiples facetas, la oración incluye los siguientes elementos: 
 

la comunión

adoración

acción de gracias

confesión

petición

intercesión

presentación

 

Los siguientes principios son regulativas en la oración: 
 

se hace en la fe (Hebreos 11:6; Mateo 17:20.)

en el Nombre de Jesús (Juan 14:13; 15:16),

de acuerdo con la Voluntad de Dios (1 Juan 5:14-15),

bajo la dirección y dinámica del Espíritu Santo (Judas 20),

por un suplicante que ha confesado y renunciado pecado (Sal. 66:18; Isa 59:1,2.)

en un contexto de relaciones armoniosas en el plano humano (Mateo 5:23-24; 18:19),

con persistencia (Lucas 11:5-8; 18:1-8).

Desde el punto de vista de la responsabilidad humana, la oración es el elemento principal en la fuera de trabajo del programa redentor de Dios (1Timoteo 2:1-4)

 

Nehemías oró, para  edificar a Jerusalén (Nehemías 1:11; 2:1-6).

Pablo  su oración trajo un gran aumento de la fuerza espiritual (2 Cor. 12:7-10).

 

Moisés  (Éxodo 8: 12, 13, 30, 31; Ex 09:33), para los israelitas (Éxodo 17:11, 13;. 32:11-14, 31-34; Núm. 21:7, 8;. Deuteronomio 9:18, 19, 25) 

 

!Bendiciones Abundantes!

 

 

 

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