La transfiguracion

01.12.2015 15:34

Mateo 17

 

 

[La transfiguración, Mat. 1-13 = Mar. 9: 2-13 = Luc. 9: 28-36.  Comentario principal: Mateo.  Ver mapa p. 211; diagrama p. 221.] Con referencia a los acontecimientos y las circunstancias que precedieron a la transfiguración, ver com.  Mat. 16: 13 vers. siguientes.  De acuerdo con la cronología adoptada por este Comentario, es probable que la transfiguración ocurriera hacia fines del verano (agosto-septiembre) del año 30 d. C.  Por la época de la pascua de ese año, la opinión pública en Galilea se había volcado en contra de Jesús (ver com. cap. 15: 21).  Además, el sanedrín había intensificado sus intentos de terminar con el ministerio de Cristo (ver com.  Mat. 16: 1; cf.  Mar. 7: 1-5).

 

Vestiduras blancas: Mt 17:2, Ap 3:5, 3:18, 4:4,7:9,19:8

 

A Pedro, a Jacobo y a Juan. 

Estos tres habían mostrado que entendían mejor que sus compañeros las verdades que Cristo procuraba impartir.  Al menos en una ocasión previa habían sido elegidos para ser testigos del poder divino en acción (Mar. 5: 37).  Por causa de su percepción espiritual más profunda, también habrían de ser testigos de la hora de agonía del Maestro en el Getsemaní (Mar. 14: 33).  Con el propósito especial de prepararlos para esa hora de temor y de desaliento, Jesús los llevó con él al monte (DTG 389).

 

Un monte alto. Se desconoce el lugar donde ocurrió la transfiguración.  Por siglos la tradición sostuvo que la transfiguración ocurrió en el monte Tabor (de unos 600 m), situado a unos 20 km al suroeste del mar de Galilea y a unos 10 km al este de Nazaret.  Pero al descubrirse que en tiempos de Jesús había en la cima del monte una fortaleza y una aldehuela, pareció difícil que ése fuera el lugar "aparte" del cual hablan Mateo y Marcos (cf.  DTG 388). 428

 

Una vez descartado el monte Tabor como ubicación de la transfiguración, se ha pensado en la posibilidad de que el monte en cuestión fuera el Hermón (de unos 3.000 m), en cuyas laderas inferiores estaba la ciudad de Cesarea de Filipo y en cuyas proximidades se sabe que estuvieron Cristo y sus discípulos justamente antes de la transfiguración (ver com.  Mat. 16: 13).

 

 Pero también se hace difícil esta identificación.  En las cercanías de Cesarea de Filipo y del monte Hermón, Jesús estaba "fuera del alcance de Herodes y Caifás" y "lejos de los fariseos" (DTG 387).  Era una región poblada por gentiles, más allá de los límites de Galilea.  Por eso Jesús se había retirado allí por un tiempo (ver com. cap. 16: 13).

 

Según DTG 387, Jesús y sus discípulos se trasladaron desde Cesarea de Filipo hacia el sur, y antes de la transfiguración se encontraban cerca del mar de Galilea, por lo menos a 50 km del monte Hermón.  Esto parecería indicar que durante los seis días que transcurrieron entre la gran confesión de Pedro y la transfiguración, Jesús había vuelto a Galilea.  Por esto, también el monte Hermón quedaría descartado como posible escenario de la transfiguración.

 

Aparte.Lucas añade que Jesús fue allí para orar (cap. 9: 28).  Esta fue una de esas ocasiones especiales cuando Jesús buscó anhelosamente la comunión con su Padre celestial (ver com.  Mar. 1: 35) a fin de que pudiera saber cómo realizar su misión (ver com.  Mar. 3: 13).  En este caso, el problema era el de saber cómo ayudar a los discípulos para que comprendieran la verdadera naturaleza de la misión de su Maestro (ver com.  Mat. 16: 13).  Pasó toda la noche allí en el monte (DTG 393).

 

Según evidencias, Jesús y sus compañeros habían continuado subiendo hasta que se hizo demasiado oscuro para proseguir.  Pareciera que Jesús oró durante largo tiempo, pidiendo fuerza para enfrentar la gran prueba que se avecinaba.  También oró por sus discípulos, para que su fe en él como Hijo de Dios aumentara estuvieran preparados para la hora de prueba (DTG 389).  Por eso pidió en oración que ellos pudieran contemplar su gloria divina, la cual hasta este momento, salvo fugazmente, les había estado oculta (ver com.  Luc. 2: 48).

 

Se transfiguró. Gr. metamorfóo, "cambiar de una forma a otra", "transformarse".  Esta fue una de las ocasiones cuando la divinidad refulgió a través de la humanidad de Jesús, para encontrarse con la gloria celestial (ver DTG 389; com.  Luc. 2: 48).  La misteriosa transformación sucedió mientras Jesús oraba y los discípulos dormían.

 

Muchos años más tarde, Pedro afirmó que él y sus compañeros de discipulado habían sido testigos oculares de la "majestad", la "honra" y la "gloria" de Jesús, y aseveró haber oído la voz que proclamó que Jesús era Hijo de Dios (2 Ped. 1: 16-18).  Pedro presenta este notable episodio como una de las grandes confirmaciones de la fe cristiana.  Ver com.  Juan 1: 14.

 

Su rostro. La descripción que de Jesús se presenta aquí se asemeja mucho a la que fue dada por Daniel (Dan. 10: 5-6) y por Juan (Apoc. 1: 13-15).  La apariencia del rostro de Jesús se modificó (Luc. 9: 29) bajo la influencia de esa radiante luz blanca.  Era una gloria luminosa que parecía venir desde adentro. 

Servir, tanto al ejercer la autoridad como al obedecer, es reinar. Pedro Maus

 

Esa era la gloria que Jesús había tenido en el cielo antes de que asumiera la forma de la humanidad (Juan 17: 5), y es la gloria con la cual volverá otra vez a esta tierra (Mat. 25: 31; DTG 390).  Se vio en el rostro de Moisés una gloria similar cuando descendió del monte de la ley (Exo. 34: 29; 2 Cor. 3: 7).  Cuando Jesús vuelva y conceda a sus fieles el don de la inmortalidad, sin duda ellos también reflejarán esta gloria (Dan. 12: 3).  Con referencia a otros momentos de la vida de Cristo cuando se vieron destellos de su divinidad, ver com.  Luc. 2: 48.

 

Rostros resplandecientes : Ex 34:30,,Mt 17.2,28.3,Hch 6:15

 

Blancos como la luz. Según Marcos, sus vestidos se vieron tan blancos que "ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos" (cap. 9: 3). Las "vestiduras blancas" de 429 los santos (Apoc. 3: 4- 5, 18; etc.) reflejarán la gloria de las vestimentas de justicia de Cristo en la tierra renovada.

 

 

Moisés y Elías.

Evidentemente los discípulos reconocieron a los visitantes celestiales por lo que decían o porque Dios se lo reveló.  Moisés había sido el gran libertador, legislador y fundador de la nación hebrea. 

 

Elías fue el que salvó a esa nación en un momento de gran apostasía y crisis.  Aquí había personas vivas que podían dar testimonio acerca de la divinidad de Jesús, así como Moisés y todos los profetas, en sus escritos, habían dado testimonio de él (ver com.  Luc. 24: 44).

Hablando con él. Lucas añade que estaban hablando con él acerca de "su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén" (Luc. 9: 31; cf. Mat. 16: 21).

 

Señor. Gr. kúrios.  Según Mar. 9: 5, Pedro se dirigió a Jesús empleando el título hebreo "rabino" (Gr. rabbí), y según Luc. 9: 33 empleó el título griego epistátes,  "maestro", "amo", "Señor"

 

algunas enramadas. O "tiendas" (BJ).  Casi no llovía en la última parte del verano (ver t. II, p. 113; com. cap. 17: 1), y la única protección necesaria sería para resguardarse del abundante rocío de la noche y del sol del día.  No hay modo de saber si Pedro pensó en las enramadas como protección contra los elementos naturales o si pensó en relación con la fiesta de los tabernáculos, la cual se avecinaba.

 

La expectativa de que Elías vendría como heraldo del reino mesiánico (ver com. vers. 10) posiblemente hizo recordar a Pedro de la celebración de esa fiesta en relación con el reinado del Mesías (cf.  Zac. 14: 16-19).  Quizá llegó a la conclusión de que la aparición de Moisés y de Elías en este momento, a tan poco tiempo de la fiesta de los tabernáculos, implicaba que habían venido a participar en esa celebración.

 

Los cubrió. Gr. episkiázo, "cubrir con una sombra" (cf.  Luc. 1: 35; Sal. 91:1).  Mateo y Marcos no dicen claramente si la nube cubrió a Cristo y a sus dos visitantes celestiales o a los discípulos o a los dos grupos.  Lucas parecería indicar que más bien cubrió a los discípulos (Luc. 9: 34).


La virtud de la vocación de servicio es rodearnos de maestros constantemente, porque enseñan al instante y el aprendizaje nunca tiene fin, aunque la academia lo limite.FRANKO CASTLE DE MONTENEGRO

 

 

Comentario bíblico adv

¡Bendiciones Abundantes ¡

 

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