las minas.

05.03.2015 09:02

Lucas 19

 

¿Le ha tocado a usted alguna vez dar cuentas de algo que le encargaron?  - Todos nosotros rendimos cuentas de aquellas cosas valiosas que no son nuestras y que pertenecen a alguien más.

 

[Parábola de las diez minas, Luc. 19: 11-28.  Cf. com.  Mat. 25: 14-30; con referencia a las parábolas, ver pp. 193-197.] Estas palabras indican la estrecha relación que hay entre la parábola de las minas y lo que Jesús había dicho en casa de Zaqueo (vers. 9-10). 

 

Cerca de Jerusalén.

A pesar de que Jesús había dicho repetidamente a sus discípulos que iba a Jerusalén para morir (ver com.  Mat. 16: 21; 20: 17-19; Mar. 9: 31; Luc. 18: 31), éstos seguían acariciando la esperanza de que él sería proclamado como rey de Israel y aceptaría el trono de David.  Esta falsa esperanza había causado continuas discusiones entre ellos acerca de quién sería el primero en el reino (ver com.  Mar. 9: 33-40; Mat. 20: 20).  

El reino de Dios. Con referencia a la verdadera naturaleza del reino de Cristo, ver com.  Mat. 3: 2-3; 4: 17; 5: 2-3; y en cuanto al falso concepto referente a ese reino, ver com.  Luc. 4: 19.  Cada una de las parábolas de Cristo fue pronunciada con el propósito de ilustrar alguna verdad específica respecto a su reino, y más frecuentemente acerca del reino de la gracia divina en el corazón de los hombres; pero también, como lo hizo aquí, con referencia al establecimiento del reino de gloria.

 

Llamó a sus 10 siervos y les dio cierta cantidad de dinero a cada uno (una mina, que según la Biblia Dios Habla Hoy era una moneda que equivalía aproximadamente a 100 denarios, o sea al salario de cien días de trabajo).  Podemos notar algunas cosas:  estos hombres son siervos ,  el dinero no es de ellos, sino de su Señor,    El Señor les da un mandato, les dice: “esto que les he dado es para que lo hagan producir mientras tanto que yo regreso  y les pedo cuentas”.

 

Diez siervos suyos. Los siervos representan  a los discípulos y a todos los cristianos a quienes Cristo ha confiado sus intereses en la tierra durante su ausencia en el "país lejano" (ver com.  Mat. 16: 19).  El número diez que Jesús emplea aquí, y que utilizó en repetidas ocasiones, no tiene ningún significado especial (ver com.  Luc. 15: 8).

 

  En tiempos de Cristo, la "mina" era una sesentava parte de un talento de plata, y equivalía a 100 dracmas (ver com. cap. 15: 8), o sea el Jornal de 100 días de trabajo (ver com.  Mat. 20: 2).  La mina pesaba 385 g de plata.  Compárese con los "talentos" de la otra parábola (ver com.  Mat. 25: 15)

 

Negociad entre tanto que vengo.

La cantidad de 385 gde plata parece representar un capital muy pequeño.  Cuando el hombre regresó se refirió a una mina como "poco" (Luc. 19: 17); sin embargo, éste era el medio de probar la habilidad de cada siervo con el fin de asignarle más tarde mayores responsabilidades.  La declaración "entre tanto que vengo", indica que el hombre pensaba estar ausente por un período indefinido. Jesús indicaba por medio de estas palabras que él también permanecería ausente por un tiempo considerable antes de regresar para recompensar a los suyos (cf.  Mat. 25: 15).

 La parábola de los talentos presenta la conducta de los siervos durante la ausencia del patrón (Mat. 25: 16-18), y también menciona que el amo regresó "después de mucho tiempo" (vers. 19).

 

Mandó llamar.

Mateo añade que el propósito del señor al llamarlos era ajustar cuentas.  Pero el hombre de los talentos deseaba saber cómo se habían desempeñado sus siervos en la administración de su propiedad, pues tenía planes de asignarles responsabilidades como magistrados en su reino, a cada uno según la habilidad que hubiera demostrado.

 

Tu mina. Cada uno de los siervos reconoce que la mina que le fue confiada aún es propiedad de su señor.

Ha ganado diez minas. Mejor "ha ganado diez minas más".  Hubo una ganancia de mil por ciento sobre el capital invertido.  En vez del capital inicial de una mina (385 g de plata), el siervo tenía ahora once minas (4.235 g de plata), o sea el equivalente de 1.100 días de trabajo (ver com. vers. 13).  El primer siervo había demostrado habilidades poco comunes en sus negocios; esto reflejaba su dedicación a su señor y su diligencia en el trabajo.

 

Autoridad sobre diez ciudades.

Cinco minas.Es decir, una ganancia de 500 por ciento (ver com. vers. 17).  El segundo siervo ahora tenía seis minas, o sea 2.310g de plata.

Aquí está tu mina.Pero en la parábola de los talentos el ultimo siervo dijo: "aquí tienes lo que es tuyo" (ver com.  Mat. 25: 25).

He tenido guardada.Había cuidado muy   bien la mina que le había sido confiada; ni la había perdido ni la había usado.

 

Se le quitará. sencillamente se lo priva del capital que se le había confiado. (ver com.  Mat. 25: 30).

 

Pareciera injusto que la mina se la den al que tiene más, pero al parecer existe un principio que aplica tanto a la vida física como espiritual: si alguien  no aprovecha las oportunidades que Dios le brinda pronto estas le serán quitadas y dadas a aquel que sí esté dispuesto a aprovecharlas. Si usted y yo no  aprovechamos  las oportunidades que Dios nos presenta para servirle,  éstas se irán reduciendo  y serán ofrecidas  a aquellos que sí  estén dispuestos a aceptarlas.

 

!Bendiciones Abundantes!

 

 

 

 

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