Leccion de Escuela Sabatica

16.06.2015 11:25

 “Seguir a Jesús en la vida diaria”

Lección 10: –

enseñaré…

Texto Clave: Lucas 17:15.

 

Enseña a tu clase a:

Saber lo que significa seguir a Jesús.

Sentir y comprender la necesidad y el costo de seguir a Jesús.

Hacer: Seguir a Jesús cada día.

 

Bosquejo de la Lección

                     Saber: Qué significa seguir a Jesús

                                         

¿Qué querían los discípulos cuando le pidieron a Jesús que aumentara su fe en él? ¿Por qué la fe en él es necesaria para ser como él? ¿Cómo pasas de creer doctrinas correctas a vivir una vida de relación?

         .                                

¿Cómo se relaciona la fe en Dios con el temor de Dios? ¿Qué significa temer a Dios?

                  Sentir: La necesidad de seguir a Jesús

                                      

  Pedro, Tomás,. Todos afirmaron seguir a Jesús, pero ninguno de ellos era igual al otro.

                                         

¿Cómo podemos evitar la tentación de buscar una corrección externa sin procurar el poder transformador de Cristo?

                                      

 ¿Cuál es la diferencia entre creer en Jesús y tener fe en él?

                      Hacer: Dar pasos para seguir a Jesús

                                       

 ¿Qué hace una persona para revelar su fe en Jesús? ¿Por qué?

                                       

 Si quieres seguir a Jesús, ¿qué cambios tienes que hacer en tu vida, sea en lo espiritual, lo social, lo físico y lo mental?

 

Ser cristiano significa vivir como Cristo. Seguir a Jesús y obedecer sus mandatos en la vida diaria no es una opción. O pertenecemos a él plenamente, o no.

 ¿Cómo ha de definirse la vida? Más aún, ¿cómo ha de vivirse? La parábola en Lucas 12:16-21 proporciona una manera que es a menudo la elección preferida del mundo. 

Solo para los maestros: Seguir a Jesús cada día es un desafío. No obstante, el llamado de Jesús sigue siendo el mismo: ”Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Luc. 9:23). El mandato plantea tres preguntas: ¿A qué debemos renunciar? ¿Qué debemos hacer? ¿Cómo seremos testigos fructíferos?

 

 

A. Renunciar al yo (Luc. 9:23). Hemos de entregar el yo continuamente, no solo al comienzo del discipulado. Como afirma Pablo: “Cada día muero” (1 Cor. 15:31). Renunciar al yo significa sufrir una reorientación radical de las prioridades de la vida de modo que en adelante, el yo se someta a las prioridades de Dios, y la cruz de Jesús llega a ser la directiva ineludible.

 

B. Abandonar el farisaísmo (Luc. 11:37-54). Ningún aspecto de la práctica religiosa estuvo bajo la denuncia de Jesús como la del farisaísmo: una vida basada en cosas exteriores, legalismo, estilo de vida ostentoso, mientras se presta poca atención o ninguna, al amor, la misericordia y la justicia.

 

Preguntas para dialogar:

1.                Lee Lucas 11:37 al 41. ¿Cómo contrasta Jesús la realidad espiritual de su reino con el formalismo religioso?

2.                ¿Cuál es la implicación del argumento “exterior versus interior” para la vida de discipulado hoy?

3.                ¿Cuán a menudo alegas sobre detalles no importantes de la vida de la iglesia y olvidas las grandes urgencias del ministerio cristiano?

¿Qué nos pide el Señor que hagamos en respuesta a su llamado de seguirlo?

A. Teme a Dios (Luc. 12:4-12). La Biblia usa “temor” con referencia a Dios unas 300 veces. El uso revela que temer a Dios es un impulso positivo, en vez de negativo, y es esencial para una vida espiritual sólida. Por ejemplo, “el principio de la sabiduría es el temor de Jehová” (Sal. 111:10), y “teme a Jehová, y apártate del mal” (Prov. 3:7). Temer a Dios, por tanto, no significa vivir con terror o miedo, sino más bien conocerlo plenamente, confiar en él absolutamente, y hacer su voluntad sin reservas. Aquel que ha contado nuestros cabellos (vers. 7), y nos fortalece con la seguridad del Espíritu Santo (vers. 12).

 

C. Vivir distinguiendo el tiempo (Luc. 12:54-58). Mientras los humanos en su vida y sus diversas actividades pueden tener en cuenta los tiempos en los cuales viven, o no, Cristo advierte a sus seguidores que es necesario que vivan con un sentido del tiempo en el contexto de la eternidad, que pronto sobrevendrá. Porque la noche del juicio viene, cuando será demasiado tarde.

 

Considera: Uno de los peores pecados es existir sin ningún temor de Dios (ver Rom. 3:18). Cuando John Knox fue sepultado, alguien dijo de él: “Aquí yace uno que temía tanto a Dios que nunca temió ante el rostro de ningún hombre”. En realidad, ¿por qué el temor de Dios es el antídoto de cualquier otro temor?

 

Solo para los maestros: La pregunta “¿Quién será el mayor?” fue una preocupación constante entre los discípulos de entonces (Luc. 9:46-48; 22:24), y también entre nosotros hoy. Buscar lo “grande” es parte de la naturaleza humana.queremos tener la casa más grande; mirar el partido entre los mejores equipos; procurar el puesto más elevado; trabajar para que nuestros hijos sean los mejores médicos o abogados o genios de la computación; predicar el mejor sermón; y bautizar el mayor número de personas. En medio de tales definiciones torcidas de prioridades de grandeza, Jesús no espera que seamos los más grandes, sino que seamos como niños: confiados, inocentes y dependientes (Luc. 18:15-17).

Pregunta para reflexionar:

¿De qué manera querer ser el primero o el mayor nos pone en la mano del maligno, a la luz de la gran controversia?

 

https://escuelasabatica.co/leccion-10-edicion-adultos-seguir-a-jesus-en-la-vida-diaria-para-el-6-de-junio-de-2015/

 

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