Los Wemmicks
Los Wemmicks eran gente pequeña hechas de madera. Todos estaban tallados por un artesano llamado Elí. Su taller formaba parte de una colina con vista a la villa.
Cada wemmick era diferente. Unos tenían grandes narices, otros grandes ojos. Algunos eran altos y otros bajitos. Algunos usaban sombreros, otros abrigos. Pero todos eran construidos por el mismo artesano y vivían en una preciosa villa.
Todos los días, cada día, los wemmicks realizaban la misma tarea: se regalaban etiquetas unos a otros , sin rivalidad.
Los más hermosos, aquellos construidos con madera pulida y hermosos colores, siempre obtenían estrellas. Pero si la madera estaba pintura desconchada, los wemmick pegaban etiquetas grises sobre ellas.
También los talentosos obtenían estrellas. Algunos podías levantar grandes garrotes sobre sus cabezas o saltar sobre cajas altísimas. Otros sabían decir bellas palabras o podían cantar canciones hermosas. Todo el mundo les otorgaba estrellas.
Algunos estaban totalmente cubiertos de estrellas. Cada vez que ellos obtenían una estrella, ¡ los hacía sentirse tan bien! Esto lo estimulaba a querer hacer algo más para alcanzar otra estrella.
Sin embargo, otros, hacían algunas cosas que a los demás no les agradaba, y obtenían puntos grises.
“Las etiquetas sólo se pegan si son importantes para ti.
lEl Mundo le dice a las personas que son especiales si son inteligentes,
si tienen buena apariencia, si poseen algún talento o bienes
materiales. Pero Dios en su Palabra dice que tu eres especial por ser
TU MISMO, sin restricción alguna. él nos hizo a su imagen, esta es la razón por la cual todos somos especiales. La gente se fija en las apariencias, pero Dios en el corazón.* (1Samuel 16:7b)
“Tu Eres Especial” de Max Lucado