Un Reposo.

10.06.2015 10:05

 

Hebreos 4

 

  A partir del cap. 4: 1 el autor procede a aplicar la lección derivada de la historia de Israel en el desierto a la iglesia cristiana en los tiempos apostólicos. 

 

Permaneciendo aún la promesa. La promesa de entrar en el "reposo" de Dios no había sido retirada  La validez de la promesa permanece y se repite a cada generación.

Buena nueva. La frase podría traducirse: "Hemos sido evangelizados como ellos también [lo fueron]".  En los tiempos del AT el Evangelio era "predicado" mediante símbolos y ceremonias, con ritos y sacrificios, pero era el mismo Evangelio que poco antes había sido proclamado por Cristo (ver com.  Heb. 1: 1-2

El reposo. Es decir, el mismo "reposo" al cual ya se ha hecho referencia en cap. 3: 11, 18; 4 :1 (ver com. cap. 3: 11).  El "reposo" en el cual entran los cristianos-que incluye a los judíos convertidos- es el mismo "reposo" espiritual al que Dios había invitado a los israelitas a que entraran: el "reposo" del alma que se produce con la entrega plena a Cristo y con la integración de la vida al propósito eterno de Dios (cf.  Isa. 30: 15; Jer. 6: 16; Mat. 11: 29).

O "estamos entrando".  La invitación aún es válida.  Además, algunos están aceptando la invitación y entran por fe en el "reposo" de Dios.

 

Dios había jurado que el Israel literal no entraría en su "reposo".

 A pesar de todo, las,"obras" de Dios -aquí su propósito para la humanidad- estaban "acabadas desde la fundación del mundo".  En el principio Dios había determinado que los hombres entraran en su "reposo"'; por consiguiente, el juramento de Dios que excluía al antiguo Israel del "reposo" prometido podría parecer, a primera vista, una contradicción a su propósito original.

Para probar que Dios alcanza sus propósitos, el autor se refiere (vers. 4) a las "obras"' de la creación.  Dios comenzó a crear este mundo; completó sus "obras" de creación, y descansó el séptimo día, lo cual testifica que hubo una creación completa.

En el vers. 8 extrae la conclusión adicional de la observación del vers. 7: que la mención que hace Dios de "otro día" en el tiempo  de David, demuestra que aunque Josué sí le había dado a Israel "reposo" en la tierra literal de Canaán (ver com. cap. 3:11), indudablemente no lo había introducido en el "reposo" espiritual que Dios quería que disfrutara.

 

"A pesar del hecho de que sus planes para este mundo fueron establecidos al comienzo del tiempo, Dios anuló su promesa solemne de 'reposo' para Israel en la tierra prometida".  Se da por sentado que Dios no cambia y que llevará a cabo sus planes hasta su plenitud (ver t. IV, p. 36; Mal. 3: 6).  La inmutabilidad de Dios y la anulación de su promesa a Israel parecen, a primera vista, contradecirse.  Lo uno -lo dice el autor implícitamente- parece incompatible con lo otro.

  La entrada del pecado en el mundo no anuló ese misericordioso propósito, pues el plan de salvación proporcionó un medio por el cual aún podía alcanzarse el plan original a pesar del pecado.

Reposó. Gr. katapáu, "cesar", "descansar".  Este verbo y el sustantivo afín katápausis denotan cesación de trabajo u otra actividad y el estado o condición de inactividad que se produce (ver com. cap. 3: 11).

La generación de israelitas anteriores "no entraron" en la tierra de la promesa, y los que entraron en la Canaán literal nunca entraron, como nación, en el "reposo" espiritual que Dios tenía para ellos (ver com. cap. 3: 11; t. IV, pp. 32-36).

Determina. Dios es el que lo "determina".

Un día. que "hoy" (semeron)se refiere a "un día".  "Vuelve a señalar un día, 'hoy' " (BJ); "de nuevo determina un día, 'hoy' "

 

La promesa de Dios de que entrarían en su "reposo" espiritual, originalmente extendida a los israelitas , permanecía aún válida siglos después de que fuera hecha. 

El "día" de salvación ha sido un día largo.  Comenzó cuando Adán cayó, y terminará con la conclusión del tiempo de gracia para la humanidad.  Los pecadores le han dado a Dios abundante motivo para que termine el "día" de la gracia (cf.  PP 80; DTG 28); pero él es "misericordioso y piadoso... y grande en misericordia" (Exo. 34: 6).  No quiere "que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 Ped. 3: 9).

 

El "reposo" de Dios como originalmente le fue prometido al antiguo Israel, incluía: (a) un establecimiento permanente en la tierra de Canaán, (b) una transformación de carácter  relacionadocon el  reino de Dios, y (c) haría de ellos el agente escogido de Dios para la salvación del mundo (ver t. IV, pp. 28-32; com. cap. 3: 11).

Josué presidió a la siguiente generación en la entrada a la tierra que se les había prometido (ver com. cap. 3:11), pero como eran espiritualmente duros no pudo hacerlos entrar en el "reposo" espiritual que Dios quería que disfrutaran (ver com. cap. 4: 7-8).

 

. La misma promesa fue repetida en los días de David (vers. 7).  Esto demuestra que Israel aún no había entrado en el "reposo" espiritual, y también que su fracaso en los días de Moisés y de Josué no había invalidado la promesa original.

Al entrar en el "reposo" de Dios -que significa confianza en la gracia salvadora de Jesucristo-, el cristiano necesariamente ya ha "cesado" de tratar de alcanzar la justicia por sus propias obras.  El autor también puede tener en cuenta el "reposo" cristiano de las "obras" del pecado, obras que impidieron que entraran en la tierra prometida los israelitas que fueron liberados de y que más tarde le cerraron el paso a otras generaciones para que no entraran en el "reposo" espiritual de Dios (ver com. cap. 3: 8-9; 4: 8).

 

"queda un reposo para el pueblo de Dios" (vers. 9).  Esta aplicación práctica a la vida cristiana consta de una exhortación: (1) a trabajar para entrar en el "reposo" de Dios, cap. 4: 11; (2) a retener "nuestra profesión", vers. 14; y (3) a acercarnos "confiadamente al trono de la gracia", vers. 16.  El que haga caso de esta admonición disfrutará del "reposo" del alma que Dios quiere que experimente en esta vida cada cristiano sincero.

 

La "palabra" de Dios es viva, imparte vida.  Así sucedió en la obra de la creación (Sal. 33: 6, 9) y así sucede en la nueva creación de la imagen de Dios en el alma del hombre.  Cristo, la Palabra encarnada (o "Verbo"), también tiene vida en sí mismo (Juan 1: 4, 12; 5: 26).  La "palabra de Dios" es la fuerza que da poder en y para la conversión.  El cristiano renace "por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre" (1 Ped. 1: 23).

Eficaz. Gr. energes "efectiva", "activa", "poderosa" (cf. com. 1 Cor. 12: 6).  La palabra "energía" deriva de energes.  En la "palabra" de Dios hay poder para transformar a pecadores en santos.

 

Más cortante. En el resto del vers. 12 se explica por qué es tan cortante esa espada.  La "palabra" de Dios es viva, eficaz y cortante: puede cumplir plenamente su obra en beneficio de la humanidad (ver Isa. 46: 10; 55: 10-11).

Penetra hasta partir. Mejor "penetra hasta la división del alma y del espíritu" (BA, BC, NC); "penetra hasta las fronteras entre el alma y el espíritu" (BJ)

El alma y el espíritu. Gr. psuje, "alma", "vida" (ver com.  Mat. 10: 28) y pnéuma, "espíritu", "aliento" (ver com.  Luc. 8: 55).  Esta expresión y "las coyunturas y los tuétanos" se usan en sentido figurado.  La división entre "el alma y el espíritu" y "las coyunturas y los tuétanos" describe hasta dónde penetra la "palabra" de Dios.  El valor de esta figura de lenguaje radica en que "vida" y "aliento" son, por lo menos para los propósitos prácticos, inseparables.

Discierne. Gr. kritikós, "capaz de discernir", "capaz de juzgar", "capaz de discriminar"; es decir, que posee la facultad de discernimiento o discriminación.  La palabra "crítica" deriva de kritikós. Mediante una respuesta favorable a la impresión hecha en la conciencia por la "palabra" de Dios.

 

Los pensamientos y las intenciones.

O "pensamientos y motivos"; "sentimientos y pensamientos" (BJ, BC).  Como una espada cortante que separa "coyunturas" y "tuétanos", los claros principios de la "palabra de Dios" disciernen entre buenos y malos pensamientos, entre motivos correctos e incorrectos. Corazón. Es decir, la mente, Subconciente .expuestas" 

Sumo sacerdote.

Ver com. cap. 2: 17.  Cristo como nuestro gran Sumo Sacerdote es el tema de Hebreos (ver p. 404).  Después de presentarse a Cristo en esa función (cap. 3: 1), los cap. 3 y 4 desarrollan el concepto de nuestra necesidad de su ministerio en los atrios celestiales y de la experiencia del "reposo" del alma que se alcanza cuando nos apropiamos de ese ministerio.  Los cap. 5- 10 tratan diversos aspectos del ministerio de Cristo a nuestro favor.  El sistema cristiano de salvación por la fe tiene su centro en la persona de Cristo como nuestro gran Sumo Sacerdote.

 

Sacerdocio: Humano y Divino a la vez Hechos 2:17, Compasivo Hechos 4:14, Establecido por Dios  Hebreos 5:5, Eterno  Hebreos 6:20 , Sin pecado  Hebreos 7:26, Exaltado  Hebreos 8:1

 

Traspasó. Literalmente "que ha pasado a través"; "penetró" (BJ, NC).  Significa sin duda alguna que pasó a través del cielo atmosférico y el estelar.  Ver Hech. 1: 9; cf. com.  Gen.: 8.

Retengamos.Gr. kratéo, "aferrarse", "conservar", como si se tratara de la propia vida.

Cristo es digno de toda nuestra fe y nuestra confianza, (ver com.  Rom. 8: 38-39).  Ver com.  Mat. 24: 13; Heb. 10: 35- 36.

 

Sin pecado. Aquí radica el insondable misterio de la perfecta vida de nuestro Salvador.  La naturaleza humana fue conducida por primera vez a la victoria sobre su tendencia natural al pecado, y a causa de la victoria de Cristo sobre el pecado nosotros también podemos triunfar sobre él (ver com.  Rom. 8: 1-4). En él podemos ser "más que vencedores" (Rom. 8: 37), pues Dios "nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo" (1 Cor. 15: 57) tanto sobre el pecado como sobre su paga o consecuencia: la muerte (ver com.  Gál. 2: 20). 441

Sensibilidad  Divina  salmos 78:39, salmos 103:13,Isaias 63:9,juan 11:35,11:36

 

El que cultiva el hábito de presentarse cada día ante el "trono de la gracia" para recibir una nueva y fresca porción de la misericordia y de la gracia de Dios, entra en el "reposo" del alma que Dios proporciona a todo creyente fiel.

Ayudador y Protector Divino: Salmos 28:7,Salmos 40:17,isaias 41:10,Isaias 50:9,

 

Comentario bíblico tomo 7

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