Una gran multitud.

02.12.2015 15:16

Pasando otra vez

Marcos 5:21

21 Pasando otra vez Jesús en una barca a la otra orilla, se reunió alrededor de él una gran multitud; y él estaba junto al mar.

Atractivo de Cristo: Mt 8:1, Mr 5:6,5.21,Lc 9.37,Jn 12:32

 

[La mujer inválida; la hija de Jairo, Mar. 5: 21-43 = Mat. 9: 18-26 = Luc. 8: 40-56. Comentario principal: Marcos. Ver mapa p. 209; diagrama p. 221; acerca de los milagros, pp. 198-203.1

 

El cruce del lago al que aquí se hace referencia fue desde las proximidades de Gergesa, en la orilla oriental (ver com. Mar. 5: 1), hasta Capernaúm, aproximadamente una distancia de 9 ó 10 km en dirección noroeste.

 

24 Fue, pues, con él; y le seguía una gran multitud, y le apretaban.

Se reunió... una gran multitud, Así como sucedía doquiera Jesús iba durante este período de su ministerio (cap. 3: 7, 20, 32; 4:1).

 

Junto al mar. Parece que una multitud comenzó a reunirse en la orilla cuando se dio cuenta de que Jesús se aproximaba en una de las barcas. Por un tiempo permaneció cerca de donde había desembarcado, enseñando y sanando como era su costumbre cuando la gente se reunía en torno de él.

 

Después, junto con algunos de sus discípulos, Jesús fue al hogar de Leví Mateo para asistir a la fiesta que allí se daba en su honor (ver com. cap. 2: 15-17). Allí fue donde Jairo encontró a Jesús (ver Mat. 9: 10, 14, 18; DTG 310).

 

Amor por los Padres : Gn 31:28,Gn 37:35, Mr 5:23, Lc 15:20

 

Jairo, Probablemente se deriva del Heb. Ya'ir, el jair del AT (Núm. 32: 41).

Se postró a sus pies, Como si hubiera estado ante un príncipe o (ver com. Est. 3: 2; cf. com. Mat. 2: 11; 8: 2). Si de esa manera podía salvar a su única hija.

 

Oraciones de los Padres: Abraham por Ismael Gn 17:18,Job por sus hijos  Job 1:5, la madre sirofenicia Mr 7.26

 

Mi hija ,De los tres Evangelios que registran este caso, sólo Marcos da la edad exacta de la niña (vers. 42), y por eso se usa aquí (vers. 23) en el texto griego la forma del diminutivo, thugátrion, "hijita" (VM) para referirse a la muchacha.

 

Pon las manos, El toque personal de Jesús parece haber sido una señal de su interés personal en cada doliente (ver com. cap. 1: 31).

 

Vivirá, El padre no dudaba de que Jesús tenía poder para devolverle la salud a su hijita. No cabe duda de que había veintenas, o aun centenares de personas en Capernaúm y los alrededores, cuyas vidas daban testimonio del poder de Jesús. Entre ellos estaba el hijo del noble (Juan 4: 46-54) y el siervo del centurión (Luc. 7: 1-10).

 

Le apretaban Gr. sunthlíbÇ, "apretujar", "oprimir". En su relato paralelo, Lucas usa una forma verbal más gráfica: el verbo sumpnígÇ, "ahogar" o "sofocar". En camino a la casa de Jairo, Jesús estaba rodeado por una multitud tan densa que su marcha era literalmente "sofocada". Apenas podía moverse.

 

De Jesús, La evidencia textual (cf. p. 147) se inclina por el texto de la RVR; sin embargo, hay MSS que dicen "habiendo oído lo que se decía de Jesús" (BJ). Como podría esperarse, las noticias se habían difundido rápidamente (ver com. Mar. 1: 28; Luc. 7: 17-18; 4: 14).

 

Esfuerzo exigido: Mr 3:5,Lc 5:4, 5:24, 17:14, Jn 4:14,Jn 5:8,Jn 11:39

 

Entre la multitud

Quizá la mujer, desde hacía un tiempo, había hecho planes para llegar hasta Jesús, pero esto le resultó imposible en ese entonces debido a que el Maestro se ausentó de Capernaúm durante el segundo viaje por Galilea. Cuando supo que Jesús había vuelto a Capernaúm, se apresuró a ir a la orilla del lago, donde él estaba enseñando y sanando (ver com. vers. 21).

 

 Pero lo buscó en vano. Finalmente, sabiendo que él estaba en el hogar de Mateo (ver com. vers. 21), fue hasta allí con la esperanza de encontrarlo, pero otra vez llegó demasiado tarde (DTG 311). En esta oportunidad, debido a que Jesús avanzaba muy lentamente en dirección de la casa de Jairo, finalmente lo alcanzó.

 

27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. 28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.

 

Tocó su manto Según Lucas, tocó "el borde" del manto de Jesús (cap. 8: 44). Muchos que tan sólo tocaron "el borde" del manto de Jesús "quedaron sanos" (Mat. 14: 36; cf.  Hech. 5: 15; 19: 12).

 

Recobrar la salud: Mt 9:22, 14:36, 15:28, Lc 7:10,8:49, Jn 7:23, Hch 4:9, 10,9:34

 

La Misericordia que Cristo infunde en todo nuestro ser es un poder vivificante. Da salud a cada una de las partes vitales: el cerebro, el corazón y los nervios. Por su medio las energías más potentes de nuestro ser despiertan y entran en actividad. Libra de las congojas que agotan las fuerzas de la vida. Con él vienen la serenidad y la calma. Implanta en el alma un gozo que nada en la tierra puede destruir: el gozo que hay en el Espíritu Santo, un gozo que da salud y vida. 

Estas lecciones son para nosotros. Hay condiciones que deben observar todos los que quieran conservar la salud. Todos deben aprender cuáles son esas condiciones. Al  Señor no le agrada que se ignoren sus leyes, naturales o espirituales. Hemos de colaborar con Dios para devolver la salud al cuerpo tanto como al alma.­ El Ministerio de curación, pág. 78.

 

30 Luego Jesús, conociendo en sí mismo el poder que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? 31 Sus discípulos le dijeron: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?

 

Si usted está en medio de la multitud y alguien le toca, es válida la pregunta? , ¿Por qué hizo Jesús esa pregunta?, ¿quería Jesús  que la persona se identificara? ¿Porque insiste Jesús en que seamos consiente?

 

Sintió Literalmente, "supo". Advirtió la corriente de poder (ver com. vers. 30) que fluyó de Cristo y entró en ella cuando tocó su vestido. Sabía que ese poder había entrado en su débil cuerpo y la había curado.

 

El mundo necesita hoy lo que necesitaba mil novecientos años atrás, esto es, una revelación de Cristo. Se requiere una gran obra de reforma y sólo mediante la gracia de Cristo podrá realizarse esa obra de restauración física, mental y espiritual.­ El Ministerio de curación, págs. 101-102.

Conociendo Gr. epiginÇskÇ, "saber plenamente", por lo tanto, "reconocer", o "percibir". (La traducción de la BJ es, "dándose cuenta".) Jesús estaba consciente de lo que había sucedido en el momento en que la mujer tocó su vestido.

 

El relato no afirma si Jesús sabía de antemano que esa mujer lo tocaría. La voluntad del Padre respondió a la muda plegaria de la mujer mediante Cristo. Debiera recordarse que todos los milagros del Maestro "fueron realizados por el poder de Dios mediante (DTG 117).

 

Poder Gr. dúnamis, "poder", "fuerza" (BJ). Ver com. Mar. 2:10; Luc. l: 35. Con frecuencia dúnamis se traduce como "milagro", como en Mar. 6: 2, 5; 9: 39. En cuanto a los diferentes términos usados en el NT para referirse a milagros, ver p. 198.

 

En cuanto al tiempo probable de la primera visita de Jesús a Nazaret durante el período de su ministerio en Galilea, ver la Nota Adicional de Luc. 4. Es evidente que la única forma en que puede armonizar el relato evangélico es sobre la base de dos visitas.

 

Ni Mateo ni Marcos mencionan a Nazaret por nombre en relación con la segunda visita, pero no puede haber duda de que, legítimamente, se hace referencia aquí a Nazaret como la "tierra" de Jesús en virtud de que se había criado allí (Luc. 4: 16; cf. cap. 2: 51), que vivía allí cuando emprendió su obra (Mar. 1: 9) y que allí estaba el hogar de sus padres (Luc. 2: 1-5). Después de salir de Nazaret para emprender su ministerio, Jesús no volvió allí de visita hasta que comenzó su ministerio en Galilea.

 

 El tiempo que pasó debe haber sido de unos 18 meses (ver com. Luc. 4: 16), quizá desde septiembre del año 27 d. C. hasta marzo o abril del año 29 d. C. (ver com. Mat. 4: 12). En su conjunto, el ministerio en Galilea abarcó desde marzo o abril del 29 d. C. hasta la misma época del 30 d. C. De modo que fue hacia el fin de este período cuando se efectuó la segunda y última visita a Nazaret (cf. DTG 208).

 

Se admiraban ,Es obvio que parecía increíble a la gente de Nazaret que Aquel que había vivido entre ellos pudiera ser el Hijo de Dios.

 

Comentario biblic Adv.

 

!Bendiciones Abundantes!

 

 

 

 

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