¿ Quién podía hallarse digno ?
Apocalipsis 5
1 Y VI en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
Conocimiento restringido: Porque es peligroso Gn 2:17, Incapacidad de entender la verdad Jn 13:7, La debilidad humana necesita Jn 16:12, Las limitaciones terrenales son un impedimento 1Co 13:12,la revelación gradual ,el plan divino Ef 3:5, Para dar oportunidad de Fe 1Jn 3:2
Libro. Gr. biblíon "rollo", "libro". En los tiempos del NT el tipo más común de libro era el rollo de papiro, y sin duda es un "libro" como éste el que ve Juan aquí. El códice o libro de hojas unidas con una costura por un lado, no comenzó a usarse sino hasta el siglo II d. C. Ver t. V, pp. 114-115.
Los libros que se usaban en el tiempo en que fue dado el Apocalipsis no tenían la forma de nuestros libros actuales. No consistían en una serie de hojas encuadernadas, sino que se componían de tiras de pergamino u otro material que se enrollaban. Acerca de este punto, Wesley dice:
"Los libros comunes entre los antiguos no eran como los nuestros, sino volúmenes o largos trozos de pergamino, enrollados sobre un palo largo, como enrollamos nosotros los géneros de seda. Tal era el libro aquí representado, sellado con siete sellos. No era como si el apóstol viese todos los sellos a la vez; porque había siete volúmenes enrollados el uno dentro del otro, cada uno de ellos sellado; de manera que al abrir y desenrollar el primero, aparecía el segundo sellado hasta que se lo abría, y así sucesivamente hasta el séptimo."
Este libro no estaba escrito en el interior y el exterior, como parecería indicarlo la puntuación de la versión que usamos. "Grocio, Lowman, Fuller, etc.--dice en cierta Biblia anotada,-- suprimen la coma así: 'Escrito de dentro, y de fuera sellado.' " 2 Y acerca de cómo estaban puestos los sellos, se han dado ya suficientes explicaciones. (Juan Wesley, "Explanatory Notes Upon the New Testament." pág. 697, comentario sobre Apocalipsis 5:1.)
Siete sellos. Puesto que el número siete es símbolo de perfección (ver com. cap. 1: 11), esta indicación implicaría que el "libro" estaba perfectamente sellado. En verdad, nadie sino el Cordero podría abrirlo (cap. 5:3, 5).
¿A quién podía hallarse digno de abrir el libro y romper sus sellos?
3 Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.
Cosas secretas: Dt 29:29, Pr 25:2, Dn 12:9, Mr 13:32, Ap 5:3, Ap 10:4
¿Quién es digno? Poder abrir ese libro no es asunto de dignidad o posición, sino de victoria y obediencia a l a ley (ver com. vers. 5; cf. cap. 4:11)..
4 Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
Temor innecesario: Mt 14:30, 17:6, Mr 4:38, 5:33, 16:5, Lc 1:12
Acerca de las palabras: "Y yo lloraba mucho," José Benson observa lo siguiente: "Como le afectaba mucho el pensar que no se podía encontrar ser alguno capaz de comprender, revelar y cumplir los consejos divinos, temió que siguiesen ocultos para la iglesia. Este lloro del apóstol brotaba de la grandeza de su espíritu. El corazón tierno que siempre había tenido se manifestaba más claramente ahora que no era dueño de sí mismo. El Apocalipsis no se escribió sin lágrimas, ni tampoco puede comprenderse sin lágrimas.( José Benson, "Commentary on the New Testament," tomo 2, pág. 721, nota sobre Apocalipsis 5:4. )
El poder de Cristo: Salvador Is 63:1, Perdonador Mt 9:6, Infinito Mt 28:18, Sobre la naturaleza Lc 8:25, Sobre su Propia vida Jn 10:18, Dador de vida Jn 17:2, Obrador de maravillosas Hch 10:38, Demostrado en su resurrección Ro 1:4
León de la tribu de Judá. Este título quizá está basado en Gén. 49:9. Cristo nació de la tribu de Judá (ver com. Mat. 1:2). El león simboliza fuerza (Apoc. 9:8, 17; 10:3; 13:2, 5), y Cristo ha ganado la victoria en el gran conflicto (ver com. de "ha vencido"). Esto es lo que le da el derecho de abrir el libro (ver com. cap. 5:7).
Cristo victorioso: Is 53:12, Mt 12:20, Jn 16:33, 1 Co 15:24, Ap 3:21, Ap 6:2, 17:14
Además, puede notarse que Cristo, como "León de la tribu de Judá", aparece como Aquel que "ha vencido", el triunfador, el paladín de la causa de su pueblo. En el vers. 6 aparece como "un Cordero como inmolado", Aquel que los había redimido.
Ha vencido. Gr. nikáÇ, "vencer", "ser victorioso". Indica directamente la victoria de Cristo en el gran conflicto .Ese triunfo es la base de su derecho de abrir el libro. La victoria de Cristo es única, por lo tanto ninguno más pudo abrir los sellos (vers. 3). (PP 67). Sólo Cristo, que es Dios y de cuyo carácter la ley es una expresión, podría lograr tal vindicación del carácter divino.
Sirven a Cristo: Mt 24:31, 25:31, 26:53, Lc 2:13, 22:43, Jn 1:51, 2 Ts 1:7, He 1:6, Ap 5:11
Cordero. Gr. arníon, palabra que se usa 29 veces en el Apocalipsis, y sólo una vez en todo el resto del NT (Juan 21:15); sin embargo, el pensamiento es el mismo que sugiere la 788 palabra amnós, "cordero", en Juan 1:29, 36: hechos 8:32, 1 Pedro 1:19, Isa 53:7 (LXX).
Juan C. Woodhouse, según lo cita un comentario, dice: "El griego implica que el Cordero aparecía como herido en el cuello y la garganta, como víctima inmolada en el altar." 6 Acerca de esta frase dice Adán Clarke: "Como si estuviese en el momento de ser ofrecido. Esto es muy notable; tan importante es la ofrenda y el sacrificio de Cristo a la vista de Dios, que se le sigue representando como en el mismo acto de derramar su sangre para las ofensas del hombre. (Adán Clarke, "Commentary on the New Testament," tomo 3, pág. 991, nota sobre Apocalipsis 5:6.)
Juan acababa de oír que Cristo es un león vencedor !pero al mirar ve un cordero! Un contraste tan marcado puede sugerir que esa victoria de Cristo no proviene de la fuerza física sino de su excelencia, porque por sobre todas las demás cosas se le declara "digno" (ver com. Apoc. 5:2).
La muerte de Cristo está históricamente en el pasado, pero sus benéficos resultados para la humanidad son siempre nuevos y eficaces. En cuanto al significado de la figura de Jesús como el Cordero de Dios, ver com. Juan 1:29
Siete ojos. Un símbolo de perfecta sabiduría e inteligencia. Estos ojos son identificados como los siete espíritus de Dios, expresión que se usa para el Espíritu Santo (ver com. cap 1:4). En el cap, 4:5 se usa un símbolo diferente: "siete lámparas"
Sabiduría de Cristo: Is 11:2, Mt 13:54, Lc 2:40, 1 co 1:24, Col 2:3
Arpas. Gr. Kithára, "lira", instrumento que se usaba a menudo para acompañar el canto (ver t. III, pp. 36-37); "cítara" (BJ, BC, NC). Según el griego, cada anciano tenia una lira en la mano. Es natural que se mencione este instrumento en relación con el himno que está a punto de cantarse (vers. 9-10).
Cantaban. Los 24 ancianos y quizá también los 4 seres vivientes (ver com. de "nos").
Un nuevo cántico. la salvación por medio de la victoria de Jesucristo (ver com. Apoc. 5:5). Es el "nuevo cántico" de los que tendrán un "nombre nuevo" (cap 2:17; 3:12), de los que habitarán la "nueva Jerusalén" (cap. 21:2) cuando todas las cosas sean hechas "nuevas" (cap 21:5).
Fuiste inmolado. La muerte de Cristo, que trajo la salvación para el hombre y que a su vez vindicó el carácter de Dios, es el fundamento de la dignidad de Cristo (ver com. vers. 2).
"Eres digno de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque fuiste inmolado y con tu sangre compraste para Dios de toda tribu y lengua y pueblo y nación, y los hiciste para nuestro Dios un reino y sacerdotes, y ellos reinarán sobre la tierra". Esta es, en esencia, la traducción de la BJ, BA, y NC (ver com. de "reyes" y " reinaremos"). El reino es sin duda el reino espiritual de la gracia (ver com. Mat. 4:17; 5:3; Apoc. 1:6).
Millones de millones. Evidentemente no es un número literal sino una indicación de huestes innumerables. Probablemente provienen de Dan. 7:10. Poder. Gr. dúnamis, aquí, el poder de Dios en acción.
Todo lo creado. Es decir, todo ser creado. El coro aumenta, y en respuesta al canto de alabanza de las huestes del cielo toda la creación se une en adoración del padre y el hijo. Cristo es vencedor, y el carácter de Dios es vindicado delante de todo el universo (ver com. vers. 11).
En el cielo, y sobre la tierra. Según la cosmología antigua, el cielo, la tierra, lo que está bajo la tierra y el mar, constituyen todo el universo. Toda la creación reconocerá finalmente la justicia de Dios (ver CS 728-729).
Amén. Ver com. Mat. 5:18. Las alabanzas antifonales y el "Amén" que las sigue caracterizaban el primitivo culto cristiano. Plinio, escribiendo menos de dos décadas después de Juan, registró que en sus servicios de culto los cristianos "cantaban en versos alternados un himno a Cristo, como a un dios" (Cartas x. 96). Describiendo la celebración de la Cena del Señor, Justino Mártir, que escribió en el siglo II, dice que después de que el dirigente de la congregación ofrecía oraciones y acciones de gracias, "la gente asiente, diciendo Amén" (Primera apología 67).
Comentario biblico Adv.
!Bendiciones Abundantes!