UNA GRAN ORACION.

 
 

2 Cronicas 4:10

 

 

¿Acaso Jabes es sólo una persona desconocida que por algún o motivo que aparece en los registros de las Crónicas? Sería erróneo pensar así, pues el Espíritu de Dios le dedica a este hombre dos importantes versículos, los cuales no sólo no han perdido su valor sino que además logran que nos interesemos en la lista de nombres que aparecen allí. ¿Quién fue Jabes? Es probable que haya sido un descendiente de los Ceneos que luego fue incorporado a la tribu de Judá (Jueces 1:16; 4:11; 1.º Samuel 1:6; 1.º Crónicas 2:55)

 

Podemos decir que Jabes estaba  ajeno a los pactos de la promesa. Efectivamente, sólo por la bondad de Dios, él recibió un lugar en dicha nación, y nada menos que en la tribu de Judá, que significa «alabanza».

 

El doctor Seume utilizó como texto para su desafío la más breve de las biografías que aparecen en la Biblia. "Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos..." (1 Crónicas 4:9).

 

Jabes comprendió que estaría seguro bajo la protección de este Dios, el Dios vivo y verdadero, por lo cual se encomienda por completo a Él. La oración de este hombre es un testimonio de su gran fe.

 

Jabes vivió en el sur de Israel después de la conquista de Canaán y durante la época de los jueces. Nació en la tribu de Judá y llegó a ser cabeza de un clan. Pero su historia en realidad comienza con su nombre: "

Pero la carga más pesada del nombre de Jabes tuvo que ver con la manera en que definía su futuro. En los tiempos bíblicos, el individuo y su nombre se relacionaban en una forma tan estrecha que la frase "cortar su nombre"

 

Cuando ped imos la bendición de Dios, estamos pidiendo más de lo que podríamos obtener por nosotros mismos.

“¡Oh, si me dieras bendición...!” Jabes reconocía que el Dios de Israel al que él estaba invocando era la Fuente de toda bendición.

Conocimiento espiritual ( jeremias 24:7)

Un corazon nuevo ( Ezequiel 11:19)

Descanso espiritual ( Mateo 11:28)

El Espiritu Santo ( Lucas 11:13)

Vida eterna ( Juan 10:28)

Una corona espiritual ( Apocapisis 2:10)

 

Jabes, conciente de esto, tenía una gran fe y podía entonces orar por una bendición abundante. Sin lugar a dudas, su fe no fue despreciada. Esto mismo puede aplicarse a nosotros. Nuestro Señor, en su gracia, nos ha dado vida, y vida en abundancia (Juan 10:10). Como cristianos sabemos que hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:13).

 

"Lo particularmente interesante de la oración de Jabes Sus palabras están significativamente ubicadas, después de una acción simbólica cargada de sentido, además de la mezcla de rasgos de carácter divino, es la primera mención a la preocupación de Yavé por los que  necesitan.en términos amplios recoge una imagen de Dios, lentamente construida en la tradición: Dios santo y único, Dios creador que da la vida, Dios protector y amante.En cualquier caso la Historia de Israel y de la relación con su Dios ha avanzado mucho, ha pasado por muchos avatares: el pueblo ha convivido con otros pueblos,  Su fe ha atravesado diferentes momentos y se ha ido configurando a lo largo de ellos .Es desde allí (simbólicamente) desde donde pronuncia su oración.

 

la segunda parte. Jabes oraba para que su territorio fuera ensanchado. Cristo se hizo pobre para que nosotros fuéramos enriquecidos. En Él, en el Hombre que está a la diestra de Dios, nosotros tenemos una herencia celestial.

 

Hallamos un hermoso ejemplo de esto en el Antiguo Testamento, cuando Josué recibió la promesa: “Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie” (Josué 1:3).

 

Una vez invocado ese recuerdo más antiguo, Jabes relee su propia historia, asignándole un sentido: no había caminos, no había alternativa, el se pone en pie delante de Yaveh. 

 

Jabes le ruega a Dios: “...y si tu mano estuviera conmigo..(providencia Protectora).” descansaba en la ayuda y la guía de Dios. Jabes conocía muy bien los milagros que esas poderosas manos eran capaces de hacer.

 

¿Acaso la mano del Señor puede acortarse? (Números 11:23). “La mano de Dios es para bien sobre todos los que le buscan” (Esdras 8:22). ¿Hemos puesto nuestra mano en la mano de Dios? Su súplica final es una maniobra sobresaliente para mantener una vida llena de bendiciones.

“Y me libraras de mal”, es la cuarta parte de la oración de Jabes. esto significaba que la mano de Dios estaba estuviera con  él.

“Para que no me dañe”  (V.M).  (1.ª Timoteo 6:10). El Señor desea protegernos de todo esto, pero debemos caminar con Él.

 

¿Qué hizo exactamente Jabes para sobresalir? ¿Por qué contestó Dios su oración?, me preguntaba. Y en cuanto a ello, ¿por qué Dios permitió que se incluyera la breve reseña de Jabes en la Biblia'?

 

Alcancé una silla hasta el mostrador verde, me incliné sobre la Biblia y leí esa oración una y otra vez. Indagué y escudriñé con todo mi corazón por el futuro que Dios tenía para alguien tan común como yo.el pecado interrumpen el flujo del poder de Dios.

 

El versículo 10 concluye: “Y le otorgó Dios lo que pidió”.  ¡Es el feliz mensaje que resuena en estas palabras finales y que nos alienta a seguir el ejemplo de Jabes!

 

Cuando la victoria les ha sido dada, Jabes entona su Música, en el cual además de agradecer la victoria a Yahvé reconstruye desde su propia mirada su historia. Es importante señalar la originalidad de este recurso: el narrador cede la palabra del protagonista quien canta su propia acción, da la gloria a Yahvé, pero ensalza su participación... técnica narrativa interesante que nos remite otra vez a la cuestión de la memoria: Jabes manifiesta una conciencia sobre la necesidad de elaborar y mantener el recuerdo de una historia .

En este sentido descubrimos un Dios creador que se parcializa por su criaturas descubrimos un "Dios de Abraham" (un Dios de pactos, Dios de Moisés...)

 

Libro la oración de Jabes ( Bruce Wilkin )

 

 

¡Bendiciones Abundantes!.