Un Silencio.

 

Apocalipsis 8

 

Silencio en el cielo.

En contraste con los espectaculares acontecimientos que siguen a la apertura de los seis primeros sellos, ahora se produce un solemne silencio con la apertura del séptimo. Este silencio ha sido explicado por lo menos de dos maneras. Algunos sostienen que este silencio en el cielo, que sigue a los terribles acontecimientos que suceden en la tierra inmediatamente antes de la segunda venida de Cristo (cap. 6: 14-16), se debe a la ausencia de las huestes angélicas que han abandonado las cortes celestiales para acompañar a Cristo al venir a la tierra (Mat. 25: 31).

 

Hasta este momento las cortes celestiales han sido descritas como llenas de alabanza y canto; ahora todo está en silencio, en solemne expectativa por las cosas que están a punto de suceder. Si se entiende de esta manera, este  silencio del séptimo sello es un puente entre la apertura de los sellos y el sonido de las trompetas, porque implica que con el séptimo sello aún no se ha completado la revelación, que aún hay más que debe ser explicado en cuanto al programa de los acontecimientos de parte de Dios en el gran conflicto (ver com. vers. 5)

 

"Media hora" sería aproximadamente igual a una semana literal (cf.  PE 16). Otros sostienen que en las Escrituras no hay un claro fundamento para tomar como tiempo profético un período menor de un día completo, y por eso han preferido entender que "como por media hora" significa solamente no período corto de duración no especificada.

 

Los siete ángeles. Aunque Juan no ha mencionado antes a estos siete ángeles, es evidente que da por sentado que su identidad queda suficientemente establecida por la declaración de que son "los siete ángeles que estaban en pie ante Dios".

 

Como lo Expresa RH Charles: Las oraciones de su pueblo son más importantes que la salmodias el cielo.

 

Siete trompetas. En esta visión los siete ángeles hacen sonar sus trompetas para anunciar juicios divinos que vendrán (ver com. vers. 5-6).

la cesación del ministerio del ángel junto al altar del incienso simboliza el fin de la ministración de Cristo en favor de la humanidad, o sea el fin del tiempo de gracia. Las voces, los truenos, los relámpagos y el terremoto que suceden cuando el ángel arroja el incensario en la tierra, describen acontecimientos que sucederán al fin de la séptima trompeta, después de la apertura del templo (cap. 11: 19), y en la séptima plaga, cuando sale una voz del templo y declara: "Hecho está" (cap. 16: 17).

 

Según otro enfoque, las siete trompetas no deben considerarse cronológicamente, sino como símbolos de la respuesta divina a las oraciones del pueblo de Dios, que ha sufrido en todas las épocas. Granizo y fuego. Esta gran tormenta de granizo mezclado con relámpagos  (Exo. 9: 22-25).

 

Tierra. La tierra con su vegetación es el blanco específico de este castigo (cf. cap. 16: 2). El flagelo describe muy particularmente la invasión del Imperio Romano por los visigodos presididos por Alarico. Esta fue la primera de las incursiones teutónicas contra dicho imperio, que jugaron una parte tan importante en su caída final. Los visigodos comenzaron su invasión alrededor del año 396 d. C. entrando en Tracia, Macedonia y Grecia, en la parte oriental del imperio; después cruzaron los Alpes y saquearon la ciudad de Roma en el año 410 d. C. También saquearon una gran parte de lo que es ahora Francia y finalmente se establecieron en España.

 

Sin duda Juan piensa que un monte ardiendo es la mejor representación de la escena que se está pasando frente a sus ojos. La figura de una "montaña ardiendo" aparece en la literatura apocalíptico judía (Apocalipsis de Enoc Etiópico 18: 13); pero no se puede comprobar que Juan tomase de esa fuente para describir el fenómeno que ahora está contemplando. Cf. Jer. 51: 25.

 

El mar, con la vida que hay en él y sobre él, se presenta como el objeto especial del castigo de la segunda trompeta (cf. cap. 16: 3).

La circunstancias  anunciada por esta trompeta ha sido interpretada como una representación de las incursiones desalojados de su territorio en Tracia por las incursiones de los hunos provenientes del Asia central, emigraron a través de la Galia (ahora Francia) y España hasta el norte del África romana, y establecieron un reino con centro en Cartago. Desde allí dominaban el Mediterráneo occidental con una flota de piratas que saqueaban las costas de España, Italia y hasta Grecia, y atacaban los barcos romanos. El punto máximo de sus depredaciones fue en el año 455 d. C., cuando saquearon la ciudad de Roma durante dos semanas.

 

Cayó... una gran estrella.

Esta "gran estrella" de la tercera trompeta se ha interpretado como una descripción de la invasión y el saqueo perpetrados por los hunos bajo la dirección de su rey Atila, en el siglo V. Los hunos penetraron en Europa desde el Asia central alrededor del 372 d. C., y se establecieron a lo largo del Danubio inferior; pero unos 75 años más tarde emprendieron nuevamente la marcha, y por un breve período asolaron varias regiones del decadente Imperio Romano.

 

Sol. Se ha interpretado que el sol, la luna y las estrellas representan las grandes luminarias del gobierno  Occidental: sus, emperadores, senadores y cónsules. Con la extinción de la Roma Occidental en el año 476 d. C. (ver pp. 23-24; cf. pp. 115-116) dejó de reinar el último de sus emperadores. El senado y los cónsules se extinguieron poco después.

 

Para que se oscureciese la tercera parte.

La idea parece ser que estos astros serían heridos durante la tercera parte del tiempo en que brillaban, y no que la tercera parte de ellos sería herida de manera que brillarían con dos terceras partes de su brillo. Por lo tanto, una tercera parte del día y una tercera parte de la noche se oscurecerían. Esta figura, aplicada a las divisiones del gobierno romano, puede describir la extinción sucesiva de los emperadores, senadores y cónsules.

Miré.Ver com. cap. 4: 1. Este breve intervalo en la secuencia de las trompetas llama especialmente la atención a las últimas, que de una manera especial son llamadas "ayes".

 

Un ángel. La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto "un águila" (BJ, BA, BC, NC). El águila puede considerarse como un presagio de invasion (Mat. 24: 28; cf. Deut. 28: 49; Ose. 8: 1; Hab. 1: 8).

 

 El ay se repite varias veces a causa de los eventos que aún sobrevendrán cuando suenen las  trompetas restantes.  (cap. 9: 12; 11: 14).a Los que moran en la tierra.

 

¿Estamos en los últimos días? de ser así, ¿cómo puede usted estar seguro que esto es verdad? Jesús les dijo a Sus discípulos: “Vendré otra vez” (Juan 14:3). Además, cuarenta días después de Su resurrección, dos hombres (ángeles) les dijeron a Sus discípulos mientras Él estaba ascendiendo al cielo: “Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo” (Hechos 1:11). Mateo registra las palabras de Cristo: “Porque como el relámpago viene… así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:27, 30, 37, 39, 42, 44, 46). ¿Llegará pronto el mundo a ese climático evento? Una vez más, ¿podemos saberlo?

 

Comentario bíblico adventista tomo 7

¡Bendiciones Abundantes.!