El Régimen Alimenticio

27.07.2016 16:19

EL RÉGIMEN ORIGINAL

Escogido por el Creador.

111. Para saber cuáles son los mejores comestibles tenemos que estudiar el plan original de Dios para la alimentación del hombre. El que creó al hombre y comprende sus necesidades indicó a Adán cuál era su alimento.

 

 "He aquí -dijo- que os he dado toda planta que da semilla. . ., y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os será para comer" (Gén. 1:29).

 Al salir del Edén para ganarse el sustento labrando la tierra bajo el peso de la maldición del pecado, el hombre recibió permiso para comer también "plantas del campo".

 

Los cereales, las frutas carnosas, los frutos oleaginosos, las legumbres y las hortalizas constituyen el alimento escogido para nosotros por el Creador.

 Preparados del modo más sencillo y natural posible, son los comestibles más sanos y nutritivos. Comunican una fuerza, una resistencia y un vigor intelectual que no pueden obtenerse de un régimen alimenticio más complejo y estimulante.

 

Un llamado a regresar

113. El Señor se propone que su pueblo vuelva a vivir a base de frutas, hortalizas y cereales sencillos. . . Dios les proveyó a nuestros primeros padres los frutos en su estado natural.

 

114. Dios está obrando en favor de su pueblo. No desea que esté sin recursos. Lo está haciendo volver al régimen alimenticio originalmente dado al hombre. Este régimen debe consistir en alimentos hechos con las materias primas que él proveyó, que son principalmente las frutas, los cereales y las oleaginosas, aunque también se usarán diversos tubérculos.

 

115. Se me ha mostrado reiteradamente que Dios está trayendo a su pueblo de vuelta a su plan original, esto es, el de no subsistir a base de carne de animales muertos. El. quiere que enseñemos a la gente un método mejor.

 

Una ayuda para lograr una percepción rápida

 

116. Si hubo alguna vez un tiempo en que la alimentación debía ser de la clase más sencilla, es ahora.

 

117. Dios quiere que los hombres cultiven la fuerza del carácter. Los que son meramente contemporizadores no son aquellos que recibirán una rica recompensa día tras día. El quiere que los que trabajan en su causa sean hombres de aguda inteligencia y rápida percepción.

 

Deben ser temperantes en el comer; los manjares suculentos no deben encontrar lugar en sus mesas; y cuando al cerebro se lo carga constantemente y hay falta de ejercicio físico, deben comer con frugalidad, aun tratándose de alimentos sencillos. La claridad de mente y la firmeza de propósito de Daniel, su fortaleza de intelecto para adquirir conocimientos, se debían en extenso grado a la sencillez de su régimen, en relación con su vida de oración.

 

Avancemos

121. Una reforma en el comer implicaría ahorrar gastos y trabajos. Las necesidades de una familia pueden ser fácilmente suplidas, es decir satisfechas, con un régimen sencillo y sano. Los alimentos fuertes o suculentos quebrantan los órganos sanos del cuerpo y de la mente.

 

Adecuado a la estación y al clima

143. Los alimentos utilizados deben corresponder al clima. Algunos alimentos adecuados para un país no serían en absoluto propios para otro lugar.

 

Nuestro régimen alimenticio debe adaptarse a la estación del año, al clima en que vivimos y a nuestra ocupación.  Algunos alimentos que convienen perfectamente a una estación del año o en cierto clima, no convienen en otros.  También sucede que ciertos alimentos son los más apropiados para diferentes ocupaciones. 

 

Con frecuencia el alimento que un operario manual o bracero puede consumir con provecho no conviene a quien se entrega a una ocupación sedentaria o a un trabajo mental intenso.  Dios nos ha dado una amplia variedad de alimentos sanos, y cada cual debe escoger el que más convenga a sus necesidades, conforme a la experiencia y a la sana razón.

 

Hay alimentos nutritivos en todos los países.

 

145. Hagamos un progreso inteligente en la simplificación de nuestro régimen alimenticio.  En la providencia de Dios, todo país produce artículos de alimentación que contienen la nutrición necesaria para edificar el organismo. Estos pueden presentarse en forma de platos saludables y apetitosos.

146. Si procedemos con prudencia, podremos conseguir en casi cualquier país la clase de alimentos que más favorece a la salud.  Las variadas preparaciones de arroz, trigo, maíz y avena, como también las judías, porotos o frijoles, guisantes y lentejas se exportan hoy a todas partes.

 

La combinación de los alimentos.

 

176. El conocimiento relativo a la debida combinación de los alimentos es de gran valor, y ha de ser recibido como sabiduría de Dios.

177. No tengáis una gran variedad en la misma comida. Tres o cuatro platos son suficientes. En la próxima comida podéis tener un cambio. La cocinera debe aguzar su ingenio para variar los platos que prepara para la mesa, y el estómago no debe ser obligado a tomar la misma clase de alimentos comida tras comida.

 

178. No debe haber muchas clases de alimentos en una comida, pero cada comida no debe estar compuesta invariablemente de las mismas clases de alimentos. El alimento debe prepararse con sencillez, aunque en forma esmerada para que incite al apetito.

179. Sería mucho mejor comer dos o tres diferentes clases de alimento en una comida que cargar el estómago con muchas variedades.

 

Moisés, el primer historiador, presenta un relato bien definido de la vida social e individual de los primeros días de "la historia del mundo, pero no encontrarnos ningún caso en que un infante hubiera nacido ciego, mudo, lisiado o imbécil.

 

 No se registra un sólo caso de muerte natural en la infancia, en la niñez o al comienzo de la edad adulta. Las noticias necrológicas del libro de Génesis están concebidas de esta manera: "Y fueron todos los días que vivió  140 Adán novecientos treinta años; y murió". "Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió".

 

Acerca de otros, el registro sagrado establece: "Murió en buena vejez, anciano y lleno de años". Era tan raro que un hijo muriera antes que su padre, que un hecho tal era considerado digno de ser registrado: "Murió Harán antes que su padre Taré". Los patriarcas desde Adán hasta Noé, con pocas excepciones, vivieron casi mil años. Desde entonces el promedio de la vida ha estado decreciendo.

 

CONSEJO SOBRE EL REGIMEN ALIMENTICIO .

 

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