La Escalera.

23.11.2015 08:46

Genesis 28

 

 

 

3 Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos; 4 y te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham.

 

La bendición de Abraham. El linaje autorizado de la familia debía perpetuarse mediante Jacob.  Por eso, las bendiciones repetidamente prometidas a Abrahán fueron ahora transmitidas a Jacob (caps. 17: 2-8; 22: 16-18).  Salió del hogar abrumado bajo la culpa, pero con la bendición de su padre.

 

Arameo. Moisés deliberadamente coloca el nombre de Jacob delante del de Esaú, puesto que Jacob entonces estaba en posesión no sólo de la primogenitura sino también de la bendición de Abrahán.

 

La identidad del latín Identitas. atis ( formada por idem –lo mismo- y ens, entis –ser, cosa, objeto, esencia, entidad-) ; es el conjunto de rasgos de un sujeto o comunidad que le son propios y le confieren ciertas diferencias y particularidades con respecto al resto de individuos. Se identifica también con el concepto de alma (en latín anima, ae = principio vital).

 

La identidad es la conciencia que una persona posee de ser ella misma, de ser diferente a los demás. que dotan al individuo de las estructuras propias, individuales y cambiables, que le diferencian del resto de individuos.

 

Como bien refleja J. Krishnamurti, la identificación es la matriz en la que se desarrolla el “yo”. El proceso del “yo” empieza y continúa en la identificación con sus propias limitaciones auto creadas. Nos identificamos con todo tipo de objetos, personas y situaciones que alimentan la percepción de lo que somos; la idea que vivimos de nosotros.  Sin identificaciones el “yo” no existe. Tampoco existe sin memoria. (Autores: Dr. Elías Real Otsoa y Unai González Caño )

 

Honra filial : Ex 20:12, Lev 19:3, Dt 27:16, Pr 30:17, Mt 15:4

 

13 Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 14 Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.

 

Salió, pues, Jacob de Beerseba. Jacob salió obedeciendo el deseo de su madre y la orden de su padre (ver Prov. 1: 8).  Aunque tenía 77 años (ver com. de Gén. 27: 1), todavía respetaba a sus padres y se sometía a su autoridad.  Su ejemplo filial debería ser emulado por todo hijo digno, siempre que una conducta tal no entre en conflicto con la lealtad a Dios (Prov. 6: 20; Mal. 1: 6; Efe. 6: 1-3).

 

Fue a Harán. La famosa ciudad sobre el río Balij, en el norte de Mesopotamia, era el destino de Jacob. 

Un cierto lugar. Al terminar el segundo día, Jacob alcanzó las proximidades de la ciudad de Luz (vers. 19), unos 80 km. al norte de Beerseba.  Eligió pasar la noche fuera de la ciudad misma por temor de los cananeos.

 

Su cabecera. Literalmente, "la región de su cabeza" o "el lugar donde está la cabeza".  De manera que Jacob tomó una piedra y la puso "debajo de su cabeza" o como "apoyo para la cabeza".  La almohada, en el sentido moderno de la palabra, parece haber sido desconocida para los antiguos.  En muchos países orientales la gente usaba apoyos para la cabeza hechos de madera, arcilla, piedra o metal, y todavía lo hace.

 

 Muchas antiguas muestras de éstos se han. preservado en Egipto.  Puesto que todos ellos son hechos de material duro, era innecesario que un viajero llevara almohada consigo.  Bastaba una piedra lisa.  De ahí que no fuera una incomodidad para Jacob dormir con la cabeza sobre una piedra.  La piedra es mencionada aquí en anticipación del uso de ella que más tarde se hará en el relato (vers. 22).

 

Soñó. Mientras Jacob yacía allí, cansado, solitario y triste, su corazón se volvió en oración a Dios (PP 182).  Tales fueron las circunstancias mentales que rodearon su sueño.  Tan sólo después de dos largos días durante los cuales había tenido la oportunidad de reflexionar sobre su conducta y, se le apareció el Señor.  En la providencia de Dios, con frecuencia la demora es el medio usado para purificar el alma y llevar el hombre a entregarse sin reservas a la misericordia y la gracia de Dios (DTG 170, 342-345)

 

Cuando las percepciones son suprimidas durante algún tiempo, en un sueño profundo por ejemplo; durante todo ese tiempo no me doy cuenta de mi mismo, y puede decirse que verdaderamente uno no existe. David Hume.

 

Angeles servidores : Ex14:19, Sal 91:11, Dn 6:22, Hch 12:7, 27:23, He 1:14

 

La escalera era un símbolo visible de una comunión real e ininterrumpida entre Dios en el cielo y su pueblo en la tierra.

‘El yo no existe sin percepciones’.  Hume.

 

Proclamándose a sí mismo a Jacob como el Dios de sus padres, no sólo le confirmó todas las promesas hechas a sus mayores -la posesión de Canaán, una descendencia numerosa y una bendición para todos los hombres (caps. 12: 2, 3; 13: 14-17; 15: 5, 7, 16; 17: 2-6, 16; 17: 8; 18: 18; 22: 17, 18; 26: 3, 4, 24)- sino que también le concedió protección en su viaje y un retorno seguro al hogar.  Puesto que el cumplimiento de esta promesa a Jacob estaba todavía muy lejos, Dios añadió la firme seguridad: "No te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho".

 

Jehová está en este lugar. Contrariamente a lo que sugieren algunos comentadores, la declaración de Jacob no es una evidencia de que él concibió la idea de que Dios se aparece solamente en ciertos lugares consagrados, y que él por casualidad había llegado a uno de ellos. 

 

Más bien es una expresión de su sorpresa y gozo al encontrar que, al paso que él se había imaginado que estaba solo, en realidad estaba en la misma compañía de Dios.

 

Apariciones divinas: Gn 12:7,17:1,18:1,26:2,35:9,Ex3:16,2 Cr 3:1

 

¡Cuán terrible es este lugar! Los que reciben el privilegio de una revelación de Dios, encuentran en su corazón el sentimiento de un profundo temor reverente.  Isaías experimentó una convicción de culpabilidad tan intensa, que temió por su vida (Isa. 6: 5).

 

Esta experiencia similar hizo que Jacob comprendiera agudamente su estado de indignidad y pecaminosidad.  Pero a pesar de su alarma, sabía que el lugar era "casa de Dios", Bet-'Elohim, una casa de paz y seguridad.

 

Tomó la piedra. La piedra que había sido su almohada se convirtió en un monumento para rememorar la revelación que había recibido de Dios.  Derramó aceite sobre ella para consagrarla como un monumento recordativo de la misericordia que se le había revelado (Exo. 30: 26-30. 

 

Bet-el. Se traduce "casa de Dios".  Este nombre fue más tarde aplicado a la ciudad cercana, conocida entonces como Luz.  Que el nombre Bet-el fue al principio aplicado únicamente al lugar donde estaba el monumento recordativo de Jacob y no a Luz, es evidente por Jos. 16: 2, donde los dos lugares son claramente diferenciados. 

 

Sin embargo, en otros pasajes Bet-el se usa como el nombre moderno de la antigua ciudad de Luz (Gén. 35: 6; Jos. 18: 13; Juec. 1: 23).  Este cambio de nombre no fue hecho hasta que los israelitas ocuparon la ciudad.  Ella retiene su nombre hoy en día en su forma árabe Beitin.

 

Hizo Jacob voto. Este es el primer voto que se registra.  Al hacer un voto, un hombre se compromete a realizar ciertas cosas en una forma específica.  Puesto que el cumplimiento del voto de Jacob dependía del poder de Dios, y que fue hecho a Dios, tomó la forma de una oración.  No fue hecho con espíritu mercenario, sino en gratitud, humildad y confianza.

 

Voto: Gn 28:20,Num 21:2,Jue 11:30, Jon 1:16, Hch 18:18,21:23

 

De allí en adelante Jacob dio evidencias de lealtad a Dios.  Se entregó a la dirección divina y rindió a Dios el homenaje de un corazón agradecido y amante. ¡Qué progreso hizo durante los 20 años que mediaron entre Bet-el y Peniel!  La gracia reinaba dentro de él, pero había también conflicto.

 

Fidelidad de Dios : Dt 7:9, 1R 8:56, Sal 36:5, 89:1, 1Co 1:9, He 6.18 

 

  Bajo la paciente disciplina administrada por Dios, ganó constantemente en fe hasta que surgió de la gran crisis de su vida, en Mahanaim y Peniel, como "un príncipe de Dios"

 

Esta piedra. Jacob declaró su intención de erigir en ese lugar un altar para la celebración del culto divino.  El cumplió esa resolución varios años después al volver a salvo a la tierra de su nacimiento (cap. 35: 1, 15).

 

El diezmo. Tanto Abrahán como Isaac entendían y practicaban el pago del diezmo (cap. 14: 20).  Las palabras de Jacob implican que no lo había practicado antes.  Quizá tenía poco que él podía llamar como algo suyo.  Quizá su espíritu codicioso lo había inducido a ser descuidado en diezmar lo que era suyo.

 

Cualesquiera hubieran sido las circunstancias, prometió de allí en adelante pagar fielmente un diezmo, no para ganar el favor del cielo, sino en humilde y agradecido reconocimiento del perdón y el favor de Dios.  Hizo su promesa diciendo enfáticamente: "El diezmo apartaré", literalmente "dando yo daré".

 

Diezmo : Gn 14:20, 28:22, Lv 27:30, 2Cr 31:5, Mal 3:10

 

 

Comentario Biblico Adv. 

!Bendiciones abundantes!

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