Un mensaje Mesianico

03.03.2016 18:55

Isaias 40

Mansedumbre divina: Sal 18:35, Isa 40:11, 42:3, 2 Co 10:1

 

Muchas las predicciones relacionadas con el Mesías venidero: su carácter y su ministerio, su vida, su abnegado servicio y su muerte. Se describen el engrandecimiento de la iglesia y el ingreso en ella de los gentiles.

También se pintan cuadros arrobadores de la tierra restaurada a la paz y la hermosura edénicas. En toda esta sección, Israel (es decir, el pueblo de Judá, pues el reino del norte ya no existía) aparece como el pueblo elegido de Dios, como su 

 

"siervo", su "escogido" en quien Dios "tiene contentamiento" (cap. 42: 1; etc.).

 

Preparad camino.

El propósito divino era que  Judá  , se esforzara al máximo en la preparación de ella misma, como también de las naciones que la rodeaban, para la venida del Mesías. Aguardaba a la nación un futuro glorioso, pues el programa divino continuaría aceleradamente y sin interrupción hasta que el Mesías apareciera y estableciera su reino eterno (ver pp. 31-32).

 

El proceso de preparación llegaría al máximo con la vida y el ministerio de Juan el Bautista, a cuya obra se refieren específicamente estas palabras (ver com. Mat. 3: 3). Del mismo modo, la iglesia hoy tiene el privilegio de preparar el "camino a Jehová", a fin de que él pueda volver a la tierra con poder y gloria.

 

 Esta preparación, como en el caso del antiguo Israel, es doble. En primer lugar, consiste en la transformación del carácter, y en segundo término, en la proclamación del mensaje evangélico a toda la humanidad. Compárese con Isa. 62: 10 -12; Mal. 3: 2.

 

Todo valle. Los preparativos para la venida de un monarca terrenal incluían la reparación del camino por el cual había de pasar, para que no tuviera dificultad en llegar. Estas palabras aplicadas a la venida del Mesías Rey, tienen un sentido espiritual (ver com. Mat. 3: 3).

 

La obra de Juan  fue la de exhortar a los hombres a que prepararan sus propios corazones y sus vidas para la venida de Jesús (Mat. 3: 5-12; Luc. 3: 3-17). Los mensajeros de Dios en los últimos tiempos han de proclamar un mensaje similar.

 

La gloria de Jehová. Esta se revelaría en la vida y en el ministerio de nuestro Señor (Juan 1: 14; 2: 11; 2 Ped. 1: 16; ver com. Luc. 2: 52). Cuando Jesús aparezca por segunda vez, los hombres contemplarán su gloria visible (Mat. 16: 27; 25: 31; Apoc. 1: 7).

 

Inspiración : Nm 11:25, 23:5, 2 S 23:2, 1 R 22:14, 2 Cr 24:20, Jer 1:9, 1:10, Ez 3:17

 

¿Qué tengo que decir?

El mensajero de Dios estaba perplejo. ¿Qué mensaje podría presentar que fuera apropiado para una nación que estaba sufriendo ?

 

Toda carne es hierba.Compárese con Job 14: 2; Sal. 90: 5; 102: 11; 103: 15; Sant. 1: 10; 1 Ped. 1: 24.

8 Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.

 

El Libro de las edades: Sal 119:89,Isa 40:8, Mt 5:18, 24:35,1 P 1:25

 

Sécase la hierba. El hombre no es inmortal. El hombre, en lo que se refiere al elemento básico de la vida, no es superior a la hierba del campo (Ecl. 3: 9-21).

 

La palabra del Dios nuestro.

La voluntad revelada de Dios es el alimento espiritual por el cual el hombre ha de subsistir (Mat. 4: 4; Juan 6: 48-63). La verdad nunca cambia, pues su Autor es "el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Heb. 13: 8). Los que vienen a él en busca del alimento para sus almas, nunca tendrán hambre (Juan 6: 35), ni tampoco tendrán sed (Juan 4: 14).

 

Sion. Ver com. Sal. 48: 2. El mensaje que Sión debía anunciar era el mensaje de la bondad y del perdón de Dios. En un tiempo dificil, Sión tiene un mensaje de esperanza y luz. En las pp. 28-32 se encuentra un comentario acerca de Israel como mensajero cuyo deber era llevar estas nuevas al mundo.

 

Omnisciencia:  Job 26.6, 31:4, 34.21, Sal 147:5, He 4:13, 1 Jn 3:20

 

¿Quién midió?

El cuadro sublime que Isaías presenta aquí de la sabiduría, el poder la eterna majestad de Dios no tiene paralelo en las Escrituras (ver Job 38: 4-37). El profeta se refiere de nuevo más adelante (Isa. 40: 26-28; 41: 19-20) al poder de Dios manifestado en las obras de la creación. Compárese con Sal. 96: 5. Ver com. Isa. 41: 21.

 

obras: Sal 62:12,Jer 17:10, Mt 16:27, 2 Co 5:10, 1 P 1:17, Ap 20:12

 

 Dios es el gran Artífice del universo, el que hizo los cielos y la tierra. Para él no hay tarea que sea demasiado grande ni responsabilidad que sea demasiado pequeña. Lo que es infinitamente grande e incomprensible para el hombre es como nada para él. Tenemos el privilegio de confiar en un Dios que es grande, y sabio, y bueno. Toda su sabiduría y su poder están a disposición de los que creen y confían en él. Compárese con Isa. 57: 15; DTG 767.

 

Cambio: Sal 75:7, 147:6, Mr 10:31, Lc 1:52, 6:25, 16:25

 

¿Quién enseñó?

Ante una tarea difícil, el hombre suele buscar sabiduría y dirección en quienes tienen mayor experiencia que él. Dios no pide ni necesita ayuda de nadie. No hay ninguno que sea más sabio ni más poderoso que él. Pablo hace referencia a este pasaje de Isaías en Rom. 11: 33-34, cuando menciona la infinita sabiduría y el conocimiento de Dios (cf. 1 Cor. 2: 16).

 

Conocimiento divino: 1 S 2:3, Isa 40:28,Dn 2:22,Mt 6:8,1 Co 3:20

 

La serie de preguntas formuladas aquí tiene que ver con el conocimiento, el entendimiento y la sabiduría, un tema que aparece repetidas veces en el libro de Proverbios. Dios es la fuente y la personificación de la sabiduría. De él proceden todo conocimiento y todo entendimiento (ver com. Prov. 1: 7).

 

El círculo.Heb.jug, la gran bóveda celeste (Job 22: 14), o el horizonte (como debería traducirse en Prov. 8: 27). El Señor del cielo reina supremo sobre todo, por encima del gran universo que ha creado. Algunos han pensado que este pasaje es una prueba de que Isaías sabía, quizá por revelación, que la tierra es esférica.

 

Revelación de la naturaleza: Sal 19:1,97:6, Hch 14:17, Ro 1:20

 

Es posible que haya sabido esto, pero la palabra jug parece referirse más bien a un círculo que a una esfera, y no puede presentarse este texto como una evidencia de lo que Isaías podía saber respecto a la esfericidad de la tierra. Más bien parece pintar el cuadro de Dios entronizado sobre la vasta bóveda celeste. Cuando se los compara con él. Dios mora en "los cielos de los cielos" (1 Rey. 8: 27), por así decirlo; "extiende los cielos como cortina" (Sal. 104: 2), y tiene su trono en el cielo (Isa. 66: 1).

 

Dice el Santo.El atributo característico de Dios no es tanto su gran sabiduría o poder como su perfecta santidad. He ahí el secreto de su sabiduría y su poder. 

 

Soberanía de Dios: 2R 19:28, Job 12:19, Pr 21.1,  Isa 44:25

 

Levantad en alto vuestros ojos. Si los hombres únicamente levantaran la vista al cielo, tendrían el privilegio de contemplar una evidencia innegable del Creador y Sostenedor de todas las cosas (Sal. 19: 1-3; Hech. 14: 17; Rom. 1: 19-23).Por así decirlo, Dios está entronizado más allá de los ejércitos de estrellas que llenan el cielo, gobernando el universo que creó.

 

Cuando consideramos el número de estrellas, su orden y disposición, su gloria y hermosura, no podemos menos de quedar impresionados por nuestra propia insignificancia y el poder de Dios que todo lo trasciende. Todos los cuerpos celestes siguen su ruta designada; cada uno tiene su nombre y su lugar; cada tino tiene su papel que desempeñar en la gran procesión sideral.

 

El da esfuerzo.

El Dios que no desfallece, imparte fuerza a los corazones que desmayan. No importa cuál sea la necesidad del hombre, Dios es capaz de suplirla 287 (Sal. 104: 27; 145: 15). Quienes con espíritu manso y humilde reconocen sus propias debilidades y faltas, pueden estar segurísimos de que sus necesidades serán suplidas (Isa. 57: 15; Mat. 5: 3-6).

 

Jóvenes. Los jóvenes en la plenitud de su vigor se cansan y extenúan; aun los muchachos en lo mejor de su vida llegan al punto de faltarles las fuerzas. Muchas luchas se pierden por causa de la debilidad del cuerpo o del espíritu, aun de parte de los más fuertes.

 

Fragilidad: 1 S 20:3, Sal 49:12, 78:39, 103:14, Isa 2:22,64:6

 

Esperan a Jehová. Esto es, buscar a Jehová con sinceridad y humildad para obtener sabiduría y fuerza, y luego aguardar con paciencia la dirección divina (ver com. cap. 30: 21; cf. 57: 15).

 

Tendrán nuevas fuerzas. La vida cristiana es un proceso constante de recibir de parte de Dios, y de dar a Dios. Se gastan fuerzas en el servicio del Maestro (cf. Mar. 5: 30), pero siempre hay una nueva provisión de gracia y vitalidad que se puede recibir de Aquel que no conoce el cansancio. El que no recibe de continuo fuerza de Dios, pronto se hallará en una condición tal que no podrá servir a Dios (ver DTG 767).

 

Como las águilas.

Poder espiritual: Mi 3:8, Zac 4:6, Lc 4:14, Hch 1:8, 4:33,19:11,12

 

Uno de los espectáculos más asombrosos del mundo natural es el del águila que se remonta más y más sin aparente dificultad. Del mismo modo, el hijo de Dios que obtiene su fuerza de lo alto puede seguir siempre hacia adelante y hacia arriba, siempre alcanzando nuevas alturas. (Sal. 103: 5).

 

Renovación espiritual: Sal 51:10, Isa 40:31, Ro 12:2, 2 Co 4:16, Col 3:10.

 

 Los cristianos tienen el privilegio de progresar continuamente de gracia en gracia y de victoria en victoria (1 Cor. 15: 57; 2 Cor 2: 14; Ed 16; DTG 633-634). Se añade fuerza sobre fuerza, y el progreso es constante. Surgen metas siempre más elevadas, y finalmente el cristiano llega al "premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" (Fil. 3: 14).

 

¡Bendiciones abundantes ¡

 

Share |